Destinos de Terror
La celebración de Halloween comenzó en Irlanda hacia el año 100 D.C. En aquella época Halloween era un festival pagano que los celtas celebraban con el nombre de Samhain, una antigua palabra gaélica que significa “el final de la cosecha”. Tradicionalmente, el festival era el momento en el que los antiguos celtas paganos almacenaban provisiones y sacrificaban ganado para prepararse para el invierno.
En este destino, todos los años se prepara un festival llamado Bram Stoker, nombre que hace honor al autor de la novela Drácula, originaria de Irlanda. Los irlandeses también realizan una exposición de horror en donde hay ponencias de literatura de terror, expertos en películas de este carácter, arte e investigaciones paranormales y hasta una caza de vampiros. También son muy populares las hogueras en la noche de Halloween, pues se supone que ahuyentan a los espíritus malignos. Un dulce típico es el Barm Brack,un bizcocho que esconde un anillo y un penique dentro. Dice la leyenda que “te vas a casar este año si encontrás el anillo y tendrás fortuna si encontrás el penique”. Cierto o no, suena divertido.
Venecia es tal vez la ciudad italiana con más secretos, conocida por su rica historia y su ambiente especial. Uno de los lugares más peculiares y misteriosos es el edificio Ca’Dario: una hermosa edificación con vistas al Gran Canal. Lo que hace que este lugar se destaque es que es un palacio lleno de leyendas e historias terribles. Todos los dueños que ha tenido han muerto en circunstancias un poco turbias. Así que las historias que se escuchan son bastante interesantes.
Este es uno de los destinos turísticos más recurrentes para viajes de enamorados, pero también lo puede ser para los amantes del terror, ya que cuenta con tradiciones muy arraigadas y una de ellas es: para la fiesta, cualquier pretexto es bueno. Y por el disfraz ¡ningún problema! Es una ciudad de carnavales, así que todos tienen siempre listos los disfraces con máscara incluida. Disfrutar de una noche de Halloween entre los canales de este maravilloso lugar puede ser una experiencia aterradora inolvidable.
Ir a Texas no solo es una oportunidad para que disfrutes de un Halloween de miedo, sino que también te permitirá gozar de otras tradiciones de lo más importantes en esta zona de los Estados Unidos. Una de ellas es el Ghost Tours Haunted Heights, es un fascinante tour que te lleva por un recorrido de las casas embrujadas del sector de Heights, donde se destaca la presencia de espíritus que moran en ellas. Por su parte, el Hotel Galvez ofrece un paquete que incluye un tour de fantasmas y cena. Este hotel y sus fantasmas han aparecido en populares programas de televisión como Ghost Stories y Ghost Lab.
El mejor y más grande festival de casas embrujadas de Texas se llama Scream Fest. Allí podés dispararles a zombies que caminan por un laberinto, escuchar conciertos en vivo, disfrutar de juegos de feria, mirar películas de terror y adquirir objetos típicos de Halloween. Asimismo, la Sinfónica de Houston ofrece espeluznantes clásicos de su repertorio en un concierto que será súper divertido para toda la familia.
Con sus estrechas calles que rodean un castillo más que inquietante, las leyendas y cuentos de fantasmas cobran vida en Edimburgo, otro de los lugares que no pueden faltar en la lista de los más terroríficos. La magia que envuelve al mago más famoso de los últimos tiempos, Harry Potter, te espera en el castillo de Alnwick. Aquí se grabó parte de la saga y es la actual residencia del duque de Northumberland. Si sos un fanático de esta película, este es el destino ideal para tus próximas vacaciones.
Cada otoño, durante diez días, el festival de cuentacuentos de Edimburgo aviva las llamas de la imaginación reuniendo en el Scottish Storytelling Centre, en la Royal Mile, a espectadores y oyentes ávidos de historias. El festival agrupa relatos tradicionales y contemporáneos tanto de Escocia como de alrededor del mundo, y los escenifica a través del poder de la palabra en lecturas, espectáculos, tertulias y talleres para todas las edades.
Oaxaca, México
El estado de Oaxaca es la región indígena más diversa de México, donde aún se hablan 17 idiomas, incluyendo el español. La celebración comienza el 31 de octubre y culmina el 2 de noviembre. Durante estos días, el propósito no es ahuyentar a los fantasmas ni escapar de los monstruos y/o brujas, sino simplemente se trata de celebrar a los difuntos que han pasado a una mejor vida. Cabe mencionar que la Unesco ha marcado esta festividad mexicana como patrimonio de la humanidad.
El día de los muertos en Oaxaca es una ceremonia popular que invoca a los espíritus de los ancestros para invitarlos a “convivir” en el mundo terrenal, por lo que se procura agasajarlos en la forma más atenta. Los días previos al fin de octubre, los mercados se llenan de pan de muerto, las clásicas calaveras de dulce, ingredientes para preparar mole, chocolate oaxaqueño y tamales. El mercado de viernes es una excelente opción para visitar.
Transilvania, Rumania
Lugar del tenebroso Conde Drácula. El Castillo de Bran se parece mucho a la fortaleza que el escritor Bram Stoker describió en su famosa novela de vampiros y sus propietarios lo llaman El Castillo de Drácula. En realidad este es uno de los castillos medievales más impresionantes y bien conservados de Rumanía y la antigua residencia real.
Darmstadt, Alemania
El castillo de Frankenstein, como lugar de culto y rodeado de leyendas, está situado a unos kilómetros al sur de Darmstadt, en el límite occidental del bosque Odenwald, en Mühltal y encierra entre sus añosos muros de 800 años, una enorme variedad de leyendas, cuentos de caballería e historias fantasmagóricas. Cada año por Halloween se celebra aquí una de las mayores fiestas del país y más de un visitante asegura haber sentido algo sobrenatural.
Unterberg, Austria
Europa está llena de historias de castillos encantados, en los que los fantasmas pueblan a sus anchas y cuyos muros esconden todo tipo de leyendas y el Castillo de Moosham en Unterberg no es la excepción, ya que fue el escenario de juicios de brujas durante los siglos XVI y XVIII. Dicen que las almas de las brujas siguen allí, vagando por sus salas. ¡Qué miedo!
