Ya sea funcional o para uso decorativo, la iluminación juega un papel muy importante a la hora de ambientar un espacio. ¿Querés aprovechar mejor los diferentes tipos de luces y veladores? En esta nota te contamos cómo sacar mayor partido a los recursos disponibles, aprovechando, inclusive, la luz natural.
Texto: Nora Vega
La luz puede afectar la decoración, realzando, atenuando o variando los colores, las formas, las texturas y el espacio, es por eso que, cuando se planifica dónde ubicarlos o qué tipo de luz usar, hay que tener cuidado de no generar zonas de sombras o contrastes muy marcados dentro de una misma habitación y entre los diferentes ambientes.
Existen distintos de tipos iluminación, cada uno con una funcionalidad y supliendo unas necesidades específicas. A continuación te contamos cuáles son algunas de ellas y cómo se pueden aplicar para conseguir un resultado interesante.
La iluminación general, además de cumplir la función de brindar luz, se usa muy comúnmente para generar una luz homogénea en toda la estancia. Para conseguir este efecto se puede combinar luces directas e indirectas para crear mayor visibilidad. Los plafones o embutidos de techo son una excelente opción, sobre todo, en los departamentos ya que estos muchas veces tienen el techo bajo.
Si lo que se busca es destacar un ambiente u objeto, nada mejor que la luz decorativa. Es ideal para resaltar elementos de la arquitectura. Con la ayuda de este tipo de iluminación se logrará modelar volúmenes y crear sombras; dos aspectos muy atractivos en la decoración de interiores.
Es imposible fallar si se logra complementar la iluminación general con otras lámparas auxiliares colocadas de forma estratégica, por ejemplo, en las esquinas, para delimitar de esta forma con claridad las dimensiones de la estancia y potenciar la sensación de amplitud. Después de todo, el objetivo principal es lograr un espacio que mediante una luz adecuada logre a la persona sentirse a gusto.
Optar por iluminación colgante puede ser una buena idea. Este elemento se convertirá, sin duda, en el protagonista del ambiente por su ubicación y su altura. Se puede jugar con modelos, tamaños y colores y pueden ser las estrellas de una zona como el comedor, ya que brinda incluso una mejor luz que el velador y lo mejor; ¡no ocupa espacio! Es perfecta para los estilos modernos de decoración.
La iluminación puntual, sin embargo, es un tipo de luz más intensa y centrada que tiene por objeto iluminar un área de trabajo o actividad. Aquí entran las lámparas de pie o de mesa, que son ideales para la lectura o escritura. Por su focalización es muy utilizada también para el área de preparación de comidas y alimentos o un lugar de maquillaje.
Si diversificamos los puntos de luz colocando varias lámparas en la habitación, vamos a conseguir una sensación más confortable y economizaremos energía, ya que no siempre necesitamos la misma intensidad de luz. Éxito asegurado. La clave está en combinar la belleza con la practicidad y comodidad, porque nada es más frustrante que tener luces que no iluminan.
Detalles que marcan la diferencia
No te olvides que la iluminación natural es un tipo de luz gratuita que aporta sensación de alegría y bienestar al hogar. Utilizar este recurso de manera adecuada no solo hará que la casa luzca fenomenal, sino te dará la oportunidad de ahorrar una buena cantidad de dinero.
Se debe prestar atención al colocar los artefactos que se encuentren cerca del sector de ducha, ya que van a recibir una carga importante de vapor. Los mismos deben ser lo suficientemente resistentes y se deberán limpiar con mayor frecuencia.
En los espacios pequeños, las lámparas con pantallas permitirán que la luz llegue al techo y desde él, se distribuya al resto del ambiente, agrandando los espacios por medio de su transparencia.
Led es una tecnología de moda que permite un menor consumo sin emitir calor. Es aconsejable para aquellos lugares en donde se necesita tener encendida la luz durante mucho tiempo. No todas las estancias de la casa requieren la misma cantidad de luz, es por esta razón que se debe calcular en función al uso que se le va a dar en el espacio.
Las habitaciones destinadas al descanso requieren fuentes de luz cálida (más amarillenta) mientras que las que acogen una actividad que requieran una mayor concentración se benefician de una fría y blanca.
La luz según la zona de la casa
En el baño: no pueden faltar los embutidos o plafones, tampoco las lámparas de bajo consumo, Led, halógenos o artefactos alargados transparentes y translúcidos encima de los espejos, para que no generen sombra.
En el comedor: aquí, la mesa es lo más importante, debido a que se utiliza para comer y a veces hasta para trabajar o leer. Lo aconsejable son lámparas colgantes, con luces incandescentes o de bajo consumo; las cálidas.
En la isla de la cocina: los colgantes sube y baja o los que tienen modelo campana, son una buena elección.
En la cocina: para evitar las sombras en esta estancia es imprescindible utilizar focos empotrados de techo o puntos de luz bajo los armarios más altos.
En las esquinas: si se cuenta en la casa con esquinas oscuras, lo mejor es agregar veladores de pies de manera a no perder la continuidad de la luz y evitar así se achique que el espacio.
En el dormitorio: utilizar una intensidad de luz tenue y nunca directa. Lo mejor es dirigirla a las paredes o al techo.
En pasillos: baños o vestidores: es mejor optar por lámparas como las halógenas de bajo consumo, por su luz nítida y brillante desde el instante en que prendés.
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