Asombrosa es la similitud que presenta Contagio, película del 2011, con la pandemia de Covid-19 que azota al mundo en este primer trimestre del 2020. Si bien Steven Soderbergh y Scott Z Burns crearon esta historia basados en otra epidemia global (la de la Gripe A o H1N1), la película terminó convirtiéndose en la profecía de lo que hoy acontece.
Texto: Luis Ríos
@nosoyunvampire
Una mujer que estuvo en China empieza a presentar síntomas de alta temperatura corporal y tos seca, se automedica con drogas para la gripe, pero sana y al poco tiempo muere. Acto seguido, las personas con las que estuvo en contacto empiezan a presentar los mismos síntomas aumentando la cantidad de fallecidos e internados.
Esta es la sinopsis de Contagio (2011) Contagion, en inglés— una película estadounidense dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por un respetable elenco conformado por Matt Damon, Jude Law, Kate Winslet, Laurence Fishburne, Marion Cotillard y Gwyneth Paltrow.
El mismo panorama que pintan allí se presenta actualmente en varios países del mundo, lo que enciende las alarmas de las autoridades internacionales de salud. Las primeras medidas que empiezan a tomar fueron basadas en el Severe Acute Respiratory Syndrome- CoronaVirus o, Sars- Cov. (El Covid-19 actual es producido por el virus SARS- Cov-2). Además, como aún no hay una vacuna, las prácticas de prevención son el distanciamiento social, el lavado de manos, la higienización de espacios y el uso de guantes y tapabocas en caso de tener que salir.
Hasta acá venimos igual. Con el transcurrir de los hechos y una solución médica que sigue sin ser descubierta, la desesperación comienza a correr. Los sistemas de salud están desbordados, las fronteras cerradas y los comercios saqueados; el pánico comienza a expandirse al mismo ritmo del contagio.
¿Qué es lo que nos puede dejar esta película como enseñanza? Justamente eso, que el miedo no nos tiene que ganar y que hay que estar calmados. También a tener cuidado con la información que se recibe y las fuentes que las generan. La vacuna o medicamento que aniquile al virus todavía no va a llegar. Algunos hablan de que estaría recién al término de este año y otros para del 2021. Casi el mismo periodo de tiempo que transcurrió en la película, desde el brote hasta que llega la cura.
En una entrevista con la revista Slate, el guionista Scott Z. Burns dijo que los investigadores con los cuales se documentó para escribir la historia le explicaron que una pandemia como esta era “cuestión de ver cuando pasaba, no ver si pasaba”, razón por la cual no le sorprende lo que estamos viviendo.
Las pandemias ocurren, ocurrieron y van a seguir ocurriendo. Nos hacen cambiar nuestros sistemas de salud, nuestros modelos económicos y hasta la forma de relacionarnos con nuestro entorno. Si hay algo que estamos aprendiendo hasta ahora es que el dinero no compra aún la protección, entonces lo peor que podemos hacer es entrar en desesperación, porque así empieza el canibalismo.
Casi al término de la película, el doctor Ellis Cheever (Laurence Fishburne) explica el origen del saludo de mano como un código de tregua en la guerra y como se fue mutando hasta lo que conocemos hoy. Muy posiblemente luego del Coronavirus, este saludo vuelva a mutar. Y hablando de mutar, esperemos que el virus actual no mute, así como pasa en esta pieza. Y si ocurre, ojalá estemos preparados para la contención.
La banda sonora es esencial en toda película de suspenso y Contagio no es la excepción, con juegos sonoros que ponen al espectador al borde del salto en su lugar. El encargado de esto fue Cliff Martínez, quien fuera baterista en los dos primeros discos de Red Hot Chili Peppers y que luego encontraría su nicho en la música para películas.
Continuando con las coincidencias, en la última escena, el origen del virus es revelado a los espectadores. (Spoiler alert). Un buldócer derriba unas palmeras, asustando a algunos murciélagos. Uno de ellos llega a un banano. Al murciélago se le cae un trozo de banana del hocico al sobrevolar una porqueriza, el cual es comido por un lechón. Unos cocineros llevan los cerdos a un casino de Hong Kong. Un cocinero es llamado mientras prepara el lechón, limpiándose las manos en el delantal. Da un apretón de manos contagiando a la mujer que se convierte en la paciente cero.
Sí, todo empezó con un murciélago. Espeluznante y asombroso.



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