El jugo de naranja es un clásico del desayuno. Probablemente, lo primero que consumimos al despertarnos, antes del café y la tostada. El exprimido de naranja es la bebida ideal para empezar el día, y la necesaria para poner en funcionamiento el organismo. Al ser natural, es fuente de vitamina C, un nutriente esencial para el ser humano, más aún en un año como este, donde estuvimos tan expuestos a las enfermedades respiratorias.
Uno de los beneficios que proporciona el jugo de naranja en las mañanas es la carga de energía que permite estar activo todo el día. Además, ayuda a eliminar los desechos del organismo y mejora el movimiento intestinal; combate el estreñimiento; ayuda a reducir la acidez gástrica y a mantener el buen funcionamiento del sistema urinario.
Asimismo, reduce los niveles de colesterol malo, ayuda a nivelar la presión arterial y a fortalecer las defensas del organismo. No menos importante, estimula la producción del colágeno, por ende mejora la salud y apariencia de la piel; reduce la oxidación celular, por lo que previene el envejecimiento prematuro; mejora la circulación de la sangre y disminuye la inflamación y los dolores articulares.
Para que estos beneficios sean cien por ciento efectivos, es mejor tomar el jugo al natural, es decir sin azúcar ni otros endulzantes. Una naranja de 100 gramos contiene alrededor de 47 calorías, y 2.5 gramos de fibra, por lo que esta fruta es un alimento indispensable para mantener una dieta equilibrada y una vida más sana.
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