Una forma de recuperar nuestra conexión con la naturaleza es a través del método Skogluft, que se basa en incorporar plantas de interior en la decoración del hogar.
Esta tendencia decorativa tiene el poder de influir en nuestra salud física y mental, además resulta relajante y nos libera del estrés. Otros de sus beneficios es que reduce la fatiga, fortalece el sistema inmunitario y mejora la concentración, comunicación y vitalidad.
El método Skogluft consiste en colocar diversas plantas de interior como elementos decorativos del hogar y a través de ellas recuperar la conexión con el medio ambiente. Un componente también importante es la luz natural que influye en nuestro estado de ánimo y nos ayuda a estar de mejor humor.
El ingeniero noruego, Jorn Viumdal, fue quien creó esta tendencia decorativa, pero no precisamente como un estilo de interiores sino más bien como una filosofía que busca equilibrar el bienestar del ser humano mediante la implementación de muros vegetales en el hogar para reducir los niveles de estrés en la familia.
Según su experiencia al trabajar en las mejoras de un hospital en Oslo, Noruega, confirmó que la instalación de jardines verticales vivientes mejora el ánimo y la salud, ya que permite que se reduzcan los niveles de cortisol -la hormona que se segrega como respuesta al estrés- y se fortalezca el sistema inmune.
Este método concluye que cuantas más plantas tengamos en el mismo espacio, más beneficios obtendremos en nuestra salud e incluso seremos más productivos. Además, mejora nuestro descanso y reactiva nuestras defensas.
Elementos esenciales del Skogluft
La planta trepadora denominada potos son la clave de este método porque no requieren demasiados cuidados para crecer sanas y fuertes, además influye positivamente en nuestro organismo. Son resistentes y van acorde a cualquier espacio del hogar.
Añadir luz natural es un elemento bastante efectivo que hará que las plantas crezcan en el interior de la misma manera que hacen en el exterior. El riego es también indispensable, los potos no necesitan agua en exceso por lo que un riego adecuado cada tres semanas puede ser suficiente.
Es importante estar pendiente de la humedad de la tierra para calcular la cantidad de agua que debemos proporcionarles, de manera a evitar que un exceso pueda pudrir las raíces y acabar con ellas. Tan solo estos elementos hacen que nuestro cuerpo se relaje y disfrute de un ambiente más tranquilo.
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