Los dolores de espalda, cuello y piernas son consecuencias de estar sentados de forma incorrecta durante horas trabajando, por eso te contamos cómo corregir esa mala postura y evitar lesiones próximas.
La propagación del coronavirus impulsó el teletrabajo, modalidad que persiste en algunos rubros. Así como cuenta con varias ventajas, tiene un aspecto negativo al que prestarle mayor atención: la mala postura corporal.
Por lo general, no se toma conciencia de cómo debemos sentarnos hasta que algunas molestias empiezan a manifestarse. Una mala postura produce dolencias en el sistema locomotor que agrupa los huesos, músculos, nervios y articulaciones; estos a su vez afectan la espalda, cuello y piernas y pueden provocar serias lesiones.
Al estar sentados debemos sentir que el peso de nuestro cuerpo está distribuido de forma uniforme en la silla, usándola también como punto de equilibrio, si no es así, es momento de revertir nuestra postura corporal y evitar trabajar desde el sofá o la cama.
Cuando trabajamos desde la cama o el sofá por más cómodos que parezcan, nos estamos lastimando los músculos porque adoptamos una postura inadecuada que puede producir dolores de cuello, espalda, hombros, lumbares, codo y hasta muñeca.
Además, asociamos la cama y el sofá a descansar y son muchos los que desde que empiezan a trabajar desde dichos lugares tienen sueño, mayor cansancio y falta de concentración. Trabajar desde la casa no es tarea difícil, pero si creamos un espacio apropiado y tenemos una postura corporal correcta, nos sentiremos mejor.
¿Cuál es la postura correcta?
Lo recomendable es ubicar la pantalla al nivel de los ojos, mantener los antebrazos apoyados y disponer de espacio suficiente debajo de la mesa. También es importante trabajar bajo luz natural, definir horarios fijos, ambientar un lugar específico para trabajar y mantener la buena postura para evitar problemas de salud.
Lo ideal es sentarse a unos 40cm de distancia de la pantalla del ordenador para que la cabeza mantenga una posición natural. A su vez, debemos mantener la espalda apoyada sobre el respaldo del asiento, prestando atención a la zona lumbar.
Una sugerencia más es contar con una silla de trabajo que además de ser giratoria permita el graduar su altura y posea un respaldo reclinable con altura ajustable. Si no es posible, utilizar almohadas para elevarnos.
Asimismo, es importante apoyar los antebrazos en la mesa, de manera que las muñecas estén correctamente alineadas y no existan ángulos que sobrepasen los 15º. Otro consejo a tener en cuenta es trabajar en una mesa que tenga suficiente espacio libre bajo ella, a fin de tener la posibilidad de mover libremente las piernas y que los pies permanezcan paralelos al suelo o sobre un posapiés.
Al igual que estar en la oficina, incluso en el hogar tenemos más libertad, es necesario hacer algunos ejercicios que no requieren objetos adicionales, solamente la disposición para levantarse de la silla a realizar pausas activas previamente programadas. Aquí una rutina de ejercicios.
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