Sentirse cansado regularmente es común, pero cuando la fatiga alcanza nuestras funciones cognitivas nos desestabiliza y las probabilidades de gastar más dinero aumentan.
Cuidar nuestra salud mental es igual de importante como ocuparnos de la salud física, ya que el estrés, exceso de trabajo y situaciones difíciles pueden estar afectando nuestro bienestar de forma silenciosa.
La fatiga cognitiva o mental se define como un cansancio extremo que puede desestabilizar diferentes áreas de nuestra vida como, por ejemplo, nuestras decisiones económicas. Al no pensar claramente podemos olvidar las prioridades y gastar más dinero.
En principio se considera que se trata de una falta de sueño, pero si experimentamos ese mismo cansancio día tras día es algo más que un simple agotamiento. Según explica el psicólogo estadounidense Ross Steinman, al despertar por las mañanas tenemos una cantidad limitada de energía cognitiva para tomar decisiones.
“Lo que se podría hacer es evaluar precios o buscar descuentos, pero cuando estamos privados de sueño o cansados no hacemos eso porque no tenemos esos recursos cognitivos para asignar”, indica.
¿Qué hacer?
Si cuando padecemos la fatiga cognitiva realizamos compras, las probabilidades de gastar más dinero del deseado o del consumido habitualmente son mayores, ya que no estamos con nuestra capacidad total y así resulta difícil analizar los pro y contras.
Para evitar derrochar dinero y que nuestras finanzas personales se vean afectadas, el experto recomienda utilizar “periodos de enfriamiento” que equivale a tomarse un tiempo de reflexión serena antes de tomar una decisión. Y si las compras son necesarias, entonces aconseja tener una tarjeta o cuenta bancaria con poco dinero para poder hacer estos consumos y no gastar innecesariamente.
Formas de vencer el agotamiento mental
Adoptar estrategias puede ayudar a aliviar la fatiga mental y una de ellas es mantenerse organizado, de esta manera nos deshacemos de las cosas no esenciales y nos centramos en aquellas que sí lo son con mayor motivación y productividad.
Para priorizar lo verdaderamente importante es necesario hacer una lista de las tareas que se deben realizar al día siguiente. Esto evitará demasiados compromisos y nos ayudará a reconsiderar la forma en que gastamos nuestra energía.
Otro punto fundamental es tomar descansos frecuentes, ya sea un descanso de 15 minutos, una escapada de fin de semana o unas vacaciones en casa. También es clave mantener una alimentación saludable, reducir el consumo de cafeína, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente.
Darse un tiempo libre para relajarse es bueno para la salud mental, y si va acompañado de meditación puede ser aún más muy útil. Los estudios demuestran que meditar no solo mejora la concentración y la memoria , sino que también cambia la forma en que el cuerpo responde al estrés.
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