El recuerdo de un ser querido que ya no está, la frustración de metas no alcanzadas y el estrés de esta temporada, pueden ser algunas de las razones de un sinfín de sentimientos negativos mientras más se acercan las fiestas.
Por: Verónica Giménez
En el último mes del año es inevitable no mirar para atrás y recordar todo lo que hemos pasado, tanto los momentos de alegría que nos sacaron las mejores sonrisas o los que dejaron una grieta en el corazón que invoca a la tristeza, aquellos propósitos cumplidos o fallidos, nuestros éxitos y fracasos, amores o desamores, y el intenso dolor de alguna pérdida.
Para muchos transitar por esta temporada es aún más desafiante debido a la creencia que la Navidad es sinónimo de alegría y de pensamientos de paz. La psicóloga, Laura Cáceres, detalla que es muy frecuentes experimentar nostalgia, añoranza, tristeza, falta de motivación, frustración, soledad, ansiedad, irritabilidad, culpa, y problemas de autoestima y autoconfianza.
“Estos sentimientos pueden afectarnos a todos por igual, sin embargo, hay factores que intensifican la sensación de angustia, como el estrés y el cansancio propios de la época, las expectativas irreales que si no se cumplen nos ponen más tristes, la situación económica que se puede estar pasando y la falta de los seres queridos en este momento del año”, indica.
Menciona además que la presión a la que nos exponemos en estas fechas pueden ser frustrantes y abrumadoras debido a no alcanzar la felicidad que nos venden. Por ejemplo, el no tener a la familia unida o no poder adquirir regalos que ofrecen las publicidades. “Todo esto crea un abismo entre nuestros deseos y nuestras posibilidades reales”, remarca.
¿Depresión blanca o blues de Navidad?
Estos términos no se consideran un trastorno psicológico como tal, sino un síndrome o estado de ánimo negativo sobre todo lo que se relaciona con las fiestas. La psicóloga explica que a pesar de que la llamen “depresión”, la diferencia es que se tratan de episodios desarrollados de forma puntual durante la Navidad y el Año Nuevo.
“Se experimentan sentimientos intensos de tristeza y nostalgia, apatía, pérdida de interés y desánimo, problemas relacionados con el sueño y la alimentación, síntomas de ansiedad, tendencia al aislamiento y dificultades para relacionarse con los demás”, detalla.
Detenerse en la pérdida de seres queridos, en nuestros aciertos y desaciertos, y reflexionar sobre los mismos pensamientos rumiantes y sentimientos, suelen ser una constante en esta época del año. Para lidiar con ellos y hacerlos más llevaderos, la especialista en Salud Mental recomienda expresar las emociones, disminuir las expectativas de las celebraciones, aceptar nuestros fracasos, pero también reconocer nuestros éxitos, aprender a decir “no” de manera asertiva y tomar estas fechas festivas como cualquier otra época del año.
Aconseja también a no anclarnos al pasado ni al futuro, más bien disfrutar del presente con su lado positivo y negativo, y participar de actividades de voluntariados para sentirnos más útiles. Buscar apoyo emocional como hablar con otras personas sobre nuestros sentimientos de soledad, puede incluso impulsar nuestro estado de ánimo.
“Si tenemos algún amigo o familiar que está atravesando por este proceso, debemos comunicarnos con él para ofrecer nuestra ayuda, de manera a que se sienta escuchado, validado y no juzgado. Aceptar lo que la persona está sintiendo sin cuestionar su tristeza y no dar consejos ni opiniones que no te hayan pedido, ya que muchas veces lo único que desea es sentirse acompañado”, indica.
En el caso que nuestra situación se escape de nuestras posibilidades, insta a no dudar en acudir a un profesional de salud mental para recibir las herramientas necesarias y aprender a manejar de manera saludable y asertiva nuestro sentir.
¿Cómo sobrellevar el duelo por la muerte de un ser querido?
Los dos últimos años fueron una época de pérdidas, cada uno de nosotros perdió a alguien o algo debido a la pandemia, ya sean trabajos, relaciones, oportunidades o dinero. Para muchos, el proceso de duelo continúa dominando su día a día, aún más en este mes.
“En navidades distintas en las que no siempre se asocian a alegría y felicidad debido a la pérdida de un ser querido, es normal que existan sentimientos de tristezas. Por eso, permítete aflorar las emociones y sentimientos. Es importante también respetar y no juzgar, ya que cada uno pasa por el proceso de duelo de manera diferente”, indica.
Y agrega: “Adapta estas festividades a tu situación para que resulte menos doloroso, como hacer algo en honor a la persona fallecida y lo que hubiere querido, como colocar su foto o dejar una silla vacía”.
El dolor es natural, pero reprimirlo y no expresarlo puede ser muy dañino. Por eso, no se debe sentir vergüenza por exponer la propia vulnerabilidad, especialmente en el entorno familiar donde cada uno de sus miembros está pasando por su propio duelo. Y es que, principalmente en estas fechas, es cuando más se necesita del apoyo y acompañamiento para aliviar el dolor.
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