Es el deseo insano de querer ser productivo a todas horas y a toda costa. Y es que cuando la necesidad constante del “hacer” empieza a tomar fuerza, exprimirse al máximo es la consecuencia.
La rutina ajetreada que lleva a “romperse el lomo” en todas las actividades diarias, genera una autoexigencia laboral exagerada a expensas de otros aspectos de la vida, sin importar el riesgo que produce a la salud física y mental.
Se trata de una forma moderna de definir la adicción a estar todo el tiempo ocupado y es difícil de reconocer porque el trabajo excesivo suele verse como algo positivo. De hecho, la productividad es algo bueno, pero se vuelve tóxica cuando lo que antes era saludable y útil empieza a ser perjudicial.
Su principal característica es la necesidad de exprimirte al máximo, tanto en la casa como en el trabajo, manteniendo la inquietante lucha de dar más de lo que corresponde. Hace que te pierdas tiempo de calidad con tu familia, reuniones sociales o que dejes de lado las horas de sueño, el ejercicio y tus pasatiempos.
La productividad tóxica compromete tu bienestar, ya que a la larga provoca gastritis, insomnio, agotamiento, ansiedad y hasta depresión, los cuales a su vez derivan en trastornos orgánicos, físicos, psicológicos y de relaciones interpersonales.
¿Cómo identificarla?
Si sientes la necesidad de ser productivo todo momento, incluso cuando no quiere serlo, es posible que esté experimentando una productividad tóxica. Esto va acompañado de la culpabilidad que padeces cuando no estás haciendo algo y es esa sensación negativa la que lo convierte en un problema, que de cierta manera evite que disfrutes otros aspectos de tu vida.
Las personas que sufren de productividad tóxica suelen tener expectativas poco realistas sobre lo que se debe lograr. A veces lo que hay que hacer es nada y está bien si no todo lo que haces tiene un propósito claro. El descanso y la relajación son productivos porque permiten volver renovado y listo para abordar un próximo proyecto.
Formas de evitar la productividad tóxica
- Dedica tiempo a pasatiempos y pasiones no relacionados con el trabajo y la casa que te hagan sentir bien.
- Aprende a decir “no” para evitar sobrecargarte y tener que cumplir constantemente con expectativas de otros.
- No hacer nada es una de las mejores maneras de salir de la mentalidad de que siempre debes lograr algo.
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