El cerebro puede estirar o comprimir la sensación del tiempo por muchas razones: miedo, dolor, placer, etc. La ciencia está estudiando cuáles podrían ser los factores que incidan en esta “medición subjetiva del tiempo”.
Por: Jazmín Gómez Fleitas
Una de las cosas certeras de esta vida es que cada persona tiene la misma cantidad de horas en el día, sin embargo, el cómo lo vamos percibiendo a lo largo de los años, puede ser un poco diferente para cada persona.
La ciencia está detrás de lo que sería “el tiempo subjetivo” (¿no les parece todo muy Nolan?) y aunque aún no se comprende completamente, porque el cerebro humano es uno de los sistemas biológicos más complejos conocidos, algunas investigaciones sugieren que un factor podría influir en la duración subjetiva de la vida: los ingresos económicos.
¿Por qué los ingresos económicos? Porque una persona que tenga alcance a nuevas experiencias, a pasatiempos y a un trabajo más estimulante, recordará o sentirá haber vivido durante más tiempo.
Por supuesto que todavía esto está en estudio, puesto que alguien que tenga ingresos económicos elevados podía no optar por vivir experiencias sino comprarse artículos, por ejemplo, un reloj, lo cual al parecer, el cerebro no lo procesa de la misma manera.
Y es que este trabajo emergente sugiere que experiencias variadas y novedosas podrían crear más “códigos de tiempo” en el cerebro humano a medida que procesa la información de la memoria.
“Aunque el tiempo vuela cuando te diviertes, cuando recuerdas, puedes recordar mucho más de esta experiencia extendida en comparación con una experiencia aburrida”, dice Jorgen Sugar, estudiante de posdoctorado de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología en el Instituto Kavli de Neurociencia de Sistemas, para la Nat Geo.
A lo cual también añade Sugar que, por ejemplo, cuando un estudiante universitario está sentado viendo una conferencia aburrida, sentirá que tarda una eternidad en terminar, mientras que el tiempo vuela para el estudiante sentado en una conferencia que le resulta interesante.
“Al mirar hacia atrás en esos tiempos, la clase aburrida que creó menos códigos de tiempo habrá desaparecido de la mente, mientras que la clase fascinante que pasó volando estará llena de recuerdos y, por lo tanto, se sentirá más larga en retrospectiva”, explica.
Aún que da mucho por explorar pero es fascinante poder comprender aunque sea un poquito más del cerebro y cómo opera con relación a la memoria.
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