ActualidadEste 4 de octubre se festeja el cumpleaños número 42 del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP), la compañía de voluntarios más antigua del país. Hoy, junto con otras compañías, son los héroes que están tratando de evitar que el país colapse.
Por: Luis Ríos Florentín
Popularmente conocidos como “los amarillos” por el color de sus uniformes y sus equipos de protección, este cuerpo tuvo el juramento de su primera camada de aspirantes el 4 de octubre de 1978. A pesar de ser la compañía más antigua, aún es bastante joven.
Originalmente, se crearon como un cuerpo de apoyo a los bomberos de la policía. Antes de su fundación, solo se contaba con el cuerpo de bomberos de la policía que tenía hasta ese entonces tres autobombas y no tenían un alcance nacional. Debían recibir ayuda de otros cuerpos de bomberos extranjeros que ingresaban al país si la necesidad lo requería. Esta institución también continúa hasta nuestros días, pero la diferencia es que no son voluntarios y reciben un rubro como parte de la Policía Nacional.
Los principales precursores de los amarillos fueron Miguel Angel Estigarribia, en aquel entonces Presidente del Club de Leones del Barrio La Encarnación, de la ciudad de Asunción y quien se convirtió en el primer presidente de los amarillos.
También hay que hacer mención al Dr. Gonzalo Figueroa Yáñez, quien fuera el Superintendente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Santiago (Chile) y quien recomendó en una visita al país, la fundación de un cuerpo en el territorio nacional. Muchos concordaron con esta idea.
Las primeras capacitaciones fueron realizadas justamente por sus camaradas chilenos y sus hermanos mayores de la Policía. Al primer llamado para la capacitación de los nuevos aspirantes a bomberos, se presentaron un total de 70 participantes, culminando la instrucción básica un total de 20 bomberos voluntarios.
Al año siguiente, recibieron la primera donación de una autobomba proveniente de Alemania y el primer cuartel, estaba ubicado en las calles teniente Fariña y Caballero del microcentro asunceno. ¿Por qué allí? Porque el principal motivo de su creación se debió al crecimiento edilicio de la ciudad capital, y en consecuencia, el aumento de siniestros originados por el fuego. En ese entonces, según cuentan los bomberos de la época, se cumplían más estrictamente los cánones de instalaciones eléctricas entonces no había tantos incendios en la capital.
Su creación se dio en un momento político delicado para el país, por lo que todas sus acciones requerían del visto bueno del gobierno. De hecho, su nacimiento se dio por un impulso del ejecutivo de ese entonces al ver que los efectivos de la policía necesitaban ampliar su capacidad.
Con el correr del tiempo se fueron creando diferentes compañías a lo largo del territorio paraguayo con el objetivo de brindar mejor servicio a la sociedad.
Hoy esa misma sociedad clama por ellos, los vitorea, les pide auxilio para evitar que toda su comunidad se calcine y les brinda su ayuda para combatir al fuego.
Lastimosamente los malagradecidos son los que deberían sentar las bases para que se profesionalicen y dejen de ser funcionarios. Estamos hablando de esos que tardaron semanas en declarar emergencia ambiental; los políticos.
