El cerebro -y también el cuerpo- necesita desconectarse un tiempo para poder activar de vuelta con energía y claridad mental. ¿Cómo ayudarlo al finalizar las tareas laborales del día?
Uno de los mayores deseos actuales en los trabajadores es cómo poder desconectarse mentalmente de lo laboral. La buena noticia es que el ser humano crea hábitos -aunque no nos demos cuenta- y para desconectarnos de algo a lo que le estuvimos dando mucha atención durante el día, puede que debamos desaprender.
Desaprender lo que hacíamos al final del día o aprender nuevos rituales de desconexión. Por ejemplo, separar tu lugar de trabajo, del lugar de ocio. Sobre todo para quienes deben realizar home office; si trabajas en la mesa de tu comedor, cuando acabe la hora laboral, se debe sacar todo de la mesa para asimilar que ya acabó y que estamos en otro momento. O bien salir de ese entorno -al que señalamos como- de trabajo e ir a otro cuando ya terminamos.
En Estirando el tiempo, el blog de la coach de productividad española Patricia Benayas, explica que “el cerebro tiene que recibir la señal de que hemos terminado”. Porque a veces, la computadora ya está fuera de la mesa o apagada, pero desde el celular se siguen mirando los mails o respondiendo mensajes laborales fuera de horario.
Algunas actividades que podemos hacer para desconectarnos de la jornada laboral es: salir al patio o al balcón a tomar algo (tereré, una copa de algo, etc.), cambiarse de ropa a una más cómoda, hacer pequeñas tareas domésticas que nos relajen pero no nos cansen tanto como para repercutir en el sueño, como regar las plantas o cocinarse algo rico para comer; prender unas velas, jugar con las mascotas, etc.
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