Nuestros blancos nacarados son delicados y el cepillado adecuado tiene en cuenta cosas como el tiempo (aproximadamente dos minutos por sesión de cepillado), la frecuencia (al menos una vez al día) y el equipo adecuado. Si realmente quieres cuidar a tus masticadores, aquí tienes otro consejo para agregar a tu rutina: evita cepillarte los dientes y las encías con demasiada fuerza.
Se podría pensar que la presión adicional ayudaría a eliminar toda la suciedad, cuando en realidad puede hacer más daño que bien. Según Inna Chern, dentista de New York, cepillarse los dientes con demasiada fuerza puede causar problemas como el esmalte rayado y la degeneración de las encías.
“No hay necesidad real de presionar el cepillo con demasiada fuerza porque inevitablemente se desgastará el esmalte”, indica Chern. “También hay tejido muy frágil donde el diente y la encía se unen, y eso simplemente se desgastará si se cepilla con demasiada fuerza”.
¿Cómo saber si estoy cepillando fuerte?
Para saber si se está cepillando demasiado fuerte, busque encías retraídas alrededor de la boca. “Puede manifestarse como una recesión general en todas partes, no solo en un área en particular”, explica Chern. Probablemente no podrá ver ningún rasguño físico en el esmalte; en realidad, eso es algo que solo un dentista o un higienista oral puede espiar. En cambio, es más probable que experimente una mayor sensibilidad, especialmente al comer alimentos fríos o duros.
El cepillo indicado
“La gente comete un error común al pensar que si obtiene un cepillo de dientes mediano o duro, funcionará mejor”, añadió en un reporte a Well + Good. “Se recomienda usar un cabezal de cepillo de dientes suave o muy suave y cambiar el cepillo cada tres o cuatro meses para que las cerdas no se desgasten”.
Y las pastas dentales
La dentista, Sophya Morghem también recomienda mantenerse alejado de las pastas dentales blanqueadoras. “En lugar de un gel que funciona de adentro hacia afuera, las pastas dentales blanqueadoras son más arenosas para quitar la mancha superficial de los dientes”, dice ella. Después de un tiempo, eso puede desgastar seriamente el esmalte. En cambio, una cantidad del tamaño de un maní de pasta de dientes normal funciona bien.
Por último, si cepillarse con demasiada fuerza se convierte en un hábito perpetuo, sus encías y dientes le agradecerán si invierte en un cepillo de dientes eléctrico con sensor de presión.






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