La baterista brasileña Fernanda Terra es reconocida en su país por impulsar agrupaciones integradas completamente por mujeres. Inmersa en un hiato, en cuanto a shows a raíz de la pandemia por covid-19, y aprendiendo cómo impartir clases online a distancia, conversó sobre todo esto desde Sao Paulo con VOS.
Por: Luis Ríos
Nacida en Sao Paulo, Brasil en 1979, se inició en la batería a los 13 años en 1992. Todo comenzó cuando se mudó a Brasilia (la capital de Brasil) y la banda de su hermano no tenía baterista, fue entonces cuando se decidió a aprender con un vecino que resultó ser profesor.
“Al principio, cuando mi hermano quería tocar la batería, nuestra madre no lo dejaba porque decía que era un instrumento ruidoso. Pero como no entendía nada del rimshot (la técnica para tocarlo fuerte), me dejó tener lecciones. En ese momento no era común que una mujer fuera músico e incluso baterista”, recuerda.
Se dio a conocer en la escena underground de Brasil en los años 90 y 2000 con el lanzamiento del CD Enjoy,de la banda de punk-rock Food4Life. Con este grupo hizo varios shows por todo el país sudamericano. Colaboró con un montón de grupos, tanto en su país como en el exterior, y para el año 2002 ya estaba realizando giras por ciudades de la Costa Oeste de California en conjunto con varias agrupaciones que la reclutaban como miembro estable o para las giras.
A principios de la década pasada fue una de las fundadoras de la banda de thrash metal Nervosa, reconocida tanto en su país como en el extranjero por su calidad como por estar conformada por mujeres en un 100%. Al abandonar la banda llevó adelante otros proyectos como Extermina, Detonator e As Musas Do Metal, Leprechaun, Pesticides, VirGO y Maga Rude. “Yo ya toqué metal, folk, hardcore, punk y ska. Incluso participé en el carnaval de Sao Paulo en 2019 tocando cajas con la comparsa Bloco Skaravana”, señala en conversación con la VOS.
Le gustan los gatos, el café y tiene una colección de calaveras (sí, calaveras). Es dibujante en su tiempo libre y le encanta el rojo, la playa y la calidez. “No sé cómo vivir dibujar -menciona entre risas-. Siempre garabateaba. Y a mis 13 años llegaron los tambores para dividir mi tiempo. Cuando no trabajo con música, estoy dibujando o haciendo trabajos visuales”, subraya.
Así fue cómo surgió en 2016 Strong Roll su propio método novedoso de enseñanza en que las partituras “están subtituladas” con dibujos, entonces para el estudiante es más sencillo aprender bases de varios estilos a la vez. Precisamente la lanzó a través de una campaña de crowdfunding en Internet, para ayudar a imprimir las primeras quinientas copias. Definitivamente es alguien que hace las cosas por sí misma.
Activa durante la pandemia
Durante la cuarentena estricta, no estuvo muy activa en cuanto a producción musical, sin embargo, sí se enfocó en terminar su método de batería para niños (porque es profesora de batería en diversas instituciones y realiza clínicas eventualmente) y lanzar algunos video lyrics y un clip oficial con su banda de punk VirGO, la cual tiene canciones enteramente en español debido a que su vocalista es argentina. “Eso fue porque ya habíamos grabado las canciones antes iniciar la cuarentena”, recuerda.
En cuanto a la enseñanza y a adaptarse a la modalidad de clases online, señala que fue toda una experiencia de aprendizaje porque nunca había enseñado en línea. “Me estoy poniendo bien -destaca riendo- pero no cambio las clases presenciales, son mucho más productivas tanto para mí como para el estudiante”, reconoce.
Además agrega que al ponerse del lado del docente, algunas cosas cambiaron respecto a la técnica de enseñanza. Por ejemplo, cuando quiso aprender trucos no tenía un método solo para eso y hoy ella ya pudo desarrollar uno propio.
Foto: Gentileza.
Siguiendo esta línea de la conectividad, durante la cuarentena el internet fue una herramienta muy útil para permanecer en contacto con sus seres queridos. Al igual que un montón de personas, quedó sin poder compartir un montón de momentos o asistir a gente cercana en momentos delicados, pero aun así: “Entrar en cuarentena me está salvando la vida. Hay mucha gente a quien solo conozco por internet y estoy en contacto con ellos así”, explica.
En cuanto a procesos creativos –al igual que la mayoría de los músicos- cree que el encierro, el contexto y los procesos que se desarrollaron en él durante este año y medio, son grandes oportunidades para desarrollar la creatividad. “Como diría Paul Lafarge (el revolucionario autor de El Derecho a la Pereza) es ocio creativo. Si no lo haces ¿qué vas a hacer en el tiempo libre? Yo al menos estoy evitando crear arte en este tema del coronavirus, pero no hay forma de omitirlo. Es un momento histórico que acaba influyendo de alguna manera en todo”, sostiene.
Profundiza en que el golpe se reciente más en los músicos porque aunque la persona tenga un estudio en casa, lo divertido es hacer shows y poder tocar con y para más gente. Esa a su criterio, es la parte que más afecta de todo esto. “Para un músico es muy difícil, más aún al ser baterista”, recalca. Se pone reflexiva y compara esta pandemia con otras anteriores sin la globalización, los avances médicos o la cobertura mediática. “Pienso en las personas que vivieron y padecieron durante la peste bubónica, por ejemplo. ¡Qué triste! Es esa época ni siquiera se podría hacer una entrevista, ¿verdad?”.
La batería es para mujeres
Hay mujeres que han definido la música contemporánea no sólo como líderes de una agrupación, sino también como instrumentistas y en este caso específico, como bateristas. Allí desde ‘el fondo’ del escenario le han mostrado al mundo su talento.
Sus heroínas de adolescente eran Demetra “Dee” Plakas (L7) y Vera Figueiredo (con quien realizó varias presentaciones en conjunto) y Lilian Carmona. “La banda L7 (conformada enteramente por mujeres) acababa de hacerse famosa en Brasil y mi maestro me dijo que no inspirara en Dee Plakas porque ella no tocaba la caja junto con los platillos. Pero había una baterista brasileña que amaba y admiraba: Vera Figueiredo. Hasta entonces, eran mis únicas referencias como bateristas”, recuerda.
Aunque Plakas tenía un estilo inusual, seguía siendo su referente solo por ser mujer y baterista. No conocía a muchas, pero ya venía echando el ojo a la técnica de varias otras como Karen Carpenter o Sandy West de The Runnaways, Viola Smith (considerada la primera baterista de la historia), y varias más pero que las conoció ya avanzada en el instrumento.
Para Fernanda, hay cada vez más chicas interesadas en los palillos y los bombos, algo que considera por demás bueno. “Las chicas que están comenzando a tocar la batería siguen rompiendo paradigmas y cada vez son más, por suerte. Creo que la música es muy importante, todos en el mundo debería aprender algún instrumento”, subraya.
Esto sumando al mercado monstruoso que es Brasil para la música en general hacen que la competitividad sea mayor y más exigente, sin embargo, Terra no piensa en la música como una competencia. “Odio competir. Si quisiera competir haría deportes, pero odio ganar y odio perder. Solo hago música porque no sé vivir sin ella. Es natural que cuanto más grande, mejor sea el mercado de la música”, afirma tajante.
Las mujeres en la música
Consultada acerca de la forma en que el feminismo impacta en la música hoy en día, Fernanda Terra lo resume en una palabra: Actitud. “Pueden existir sexistas tirando mierda diciendo ‘no puedes hacerlo’ ‘no, no puedes’, pero tenemos que creer que sí podemos y hacerlo. Querer es poder y nosotras queremos”, destaca.
De igual forma, cree que a pesar de las nuevas tendencias y las predilecciones musicales de esta generación, el rock and roll no va a morir. “No hay forma de que muera. Es como la semilla. Aquí en Brasil hay otros estilos que son más populares como el funk y el sertanejo. Particularmente no me gustan mucho, pero el rock siempre está ahí. ¡Hay mucho Rock! Como dirían los Ramones: Rock ‘n’ roll’s alive cause we got the power, baby (El rock ‘n’ roll está vivo porque tenemos el poder, cariño). Hay muchas y buenas bandas de rock”, asegura.
El mensaje que les dejaría a las chicas que ven sus videos en YouTube e Instagram o que están en sus clínicas o presentaciones, alienta: “Primero, gracias por haber asistido a mi show (sonriendo), luego: toca mucho. ¡Practica tanto como puedas! Y no tengas miedo de dar tus propios shows. La mejor escuela es el escenario”, cierra.
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