Estilo de vidaCon las obligaciones diarias es muy frecuente que todas estemos con mil cosas en la cabeza o realizando varias tareas a la vez que nos terminan agobiando. El cleanfulness nos invita a parar, respirar y centrarnos en una actividad a la vez.
Está ligado al mindfulness, al estar presentes aquí y ahora. Y aunque la palabra parezca novedosa, no lo es, muchas tradiciones alaban la disciplina y el respeto por las pequeñas acciones y mediante ellas fortalecer el espíritu. Si llevamos estas creencias a lo que es nuestro hogar, nuestro entorno tiene un poderosa influencia sobre nuestro estado físico, emocional y mental.
Está comprobado que las personas que habitan un lugar sucio y desordenado tienden a tener niveles más elevados de cortisol, hormona que se libera como respuesta al estrés y los estados de alteración. Por eso, si vamos a pasar mucho tiempo en casa, lo ideal es disfrutarla y convertir la limpieza y el orden en un “ritual” para sentirnos bien y relajadas, así lo explica “El pequeño libro del cleanfulness”.
Para ponerlo en práctica es muy importante la planificación: Primero planteate objetivos realistas y armá un cronograma de limpieza que se adapte a tu rutina. Por ejemplo: Si al llegar a casa siempre tomas una ducha caliente, podes limpiar el baño antes de bañarte.
Si vivís acompañada, lo mejor es dividir el trabajo. Hablar activamente con los miembros de tu familia para que cada uno tenga su propia actividad de higiene ayudará a que nadie haga tareas forzadas.
Como el cleanfulness está basado en centrarnos en el tiempo presente y practicar la plena atención en realizar las tareas domésticas, es importante hacerlo con los cinco sentidos. Usa aromas que te gusten y te den sensación de tranquilidad, también procurá utilizar productos naturales libres de tóxicos.
Muchas caemos en la necesidad de hacer todo perfecto, no seas tan exigente con vos misma, aprendé a disfrutar del momento y a tomar la actividad como una desconexión de la realidad, así se convertirá en algo reconfortante, ayudate poniendo la música que te gusta y te anime a realizar las tares con entusiasmo.
Cuando finalices tus tareas, regalate unos minutos de relax para disfrutar de los resultados. Date una ducha caliente, ponete la ropa que más te gusta, perfumate, y preparate un cafecito. Ese momento de desconexión extra será un premio por todos tus esfuerzos.
