Desde hace tiempo se investiga cómo los colores influencian nuestro estado de ánimo y de esa manera se comprobó que los tonos vibrantes ayudan a generar optimismo. Y esto se comprueba desde la moda dopamínica hasta la decoración de interior.
La estética optimista apunta a crear espacios coloridos que nos transmitan una sensación de positividad, haciendo uso de las paredes, muebles y diferentes accesorios que nos despierten sentimientos de bienestar y donde disfrutemos pasar tiempo.
“Se trata de aprovechar los placeres cotidianos en tiempos complicados y de transmitir una sensación positiva a través de productos y espacios llenos de color. Una paleta cromática vital e intensa de colores planos y llenos de luz. Superficies brillantes y pulidas acompañan a los colores para maximizar las superficies coloreadas”, explica un informe de Design Trends Report 22/23.
Esta nueva corriente en la que muchas personas deciden invertir en el diseño de interior viene tomando fuerza desde el inicio de la pandemia y en consecuencia, el confinamiento. “Este periodo de reflexión en torno al hogar ha servido para difundir la idea de que el diseño de interiores tienen un efecto emocional sobre sus habitantes, cada vez más preocupados por su salud física y mental”, añade el informe y agrega que también influyó mucho la modalidad del homeoffice.
¿Cómo lograr una estética optimista en nuestro hogar?
“El color se vuelve el protagonista como un elemento que genera positivismo y diversión. Las estéticas de la filosofía “Feel Good” inundan los productos y ambientes para generar esas sensaciones”.
La elección de los tonos es algo muy personal, pero no se trata solo de pintar una pared de color naranja para que resalte, se puede combinar con figuras geométricas, otras tonalidades y texturas.
Otro modo de modo de generar un impacto visual más fuerte es combinando tonos vibrantes con colores básicos, como el blanco por ejemplo. La elección de los accesorios es libre y los expertos sugieren mezclar patrones y estampados de aire lúdico para favorecer la sensaciones dimensiones y planos al mismo tiempo.
Los tejidos también suman una gran carga cromática a los interiores, en colores fuertes y saturados, se los puede sumar por ejemplo en mantas, cortinas, alfombras y colgantes para macetas de interior.
Algo que reaviva mucho los espacios también son las plantas, además que purifican el aire, lo aromatiza y nos da una sensación algo “bohemia”. Si usamos bases o macetas con diferentes colores y formas grométricas estaremos añadiendo un toque extra a los espacios.
Foto: Litos de Sebastian Herkner para Capellini.
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