Desde siempre las personas buscaron la fórmula para alcanzar el bienestar general y la longevidad, y al parecer, en la isla de Okinawa, Japón, la encontraron. Te compartimos las claves que encontraron para una vida con propósito.
Los primeros registros sobre este método datan entre los años 794 y 1185, durante el periodo Heian japonés. Su nombre deriva de la convinación de dos conceptos, por un lado “Iki” que significa vida y “kai” que se refiere a realizar aquello que uno quiere y desea. Básicamente se trata de encontrar el sentido a la vida y la existencia, desde los pequeños detalles cotidianos.
Para la cultura oriental todos tenemos un ikigai, hay quienes ya lo encontraron y otras que están en pleno proceso, y para hallarlo es fundamental realizar una búsqueda que debe ser personal e intransferible para alcanzar el autoconocimiento y la realización.
¿Cómo lograr la felicidad y vivir “eternamente”? El ikigai responde a estos cuestionamientos. Por un lado afirma que consiste en encontrar el equilibrio entre lo que hacemos (en el presente) y lo que gustaría hacer (en el futuro). Este concepto afirma que las personas no se detienen a pensar porqué hacen lo que hacen ni buscan la felicidad en ellos.
Si bien la primera norma es encontrar la razón de ser, el ikigai también contempla otros puntos importantes: ser y sentirse útil, construir relaciones de amistad con otras personas, tener una rutina activa, ser consientes de las cosas que se consumen y ayudar a otros.
Para encontrar la razón de ser esta filosofía hace un especial énfasis en la introspección. En ese proceso el ikigai ayuda a sobrellevar todo tipo de situaciones estresantes y turbulentas, también aporta felicidad y motivación en la vida cotidiana, pero vale aclarar que no se trata de una posición social o económica, sino en todo aquello que enriquece a nivel emocional y espiritual.
Respecto a la alimentación, no se trata solo de lo que consumen sino cómo lo hacen. Esta corriente de pensamiento prioriza las raciones pequeñas pero saludables, las frutas y verduras frescas, sugiriendo casi una dieta vegetariana y de bajas calorías, también evitan los procesados, el azúcar y los lácteos. El comer lento y pausado es muy importante para ellos, ya que así evitan los excesos.
El estar activas no se refiere tanto a hacer actividades deportivas o estar a las corridas todo el día, sino más bien a levantarse temprano y hacer ejercicios relajados. En dichas culturas el concepto “jubilación” tampoco existe, los ancianos mantienen sus oficios hasta que su salud se lo permite, porque eso les permite estar activos, felices y sentirse útiles.
Por último, el moai. Se trata de grupos pequeños que se unen por intereses comunes y se ayudan mutuamente. Para los japoneses es muy importante la amistad, porque les ofrece seguridad, compañía y felicidad.

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