En una relación la comunicación es la clave, pero también todo un desafío, por eso, una especialista brinda algunos consejos de cómo encarar esa charla de forma asertiva.
Cuando una persona está en pareja y presenció algo que le incomodó, no le gustó o incluso le enojó, puede ser muy difícil expresar lo que siente y poner límites. En principio, por gestionar esas emociones, y luego por sobre-pensar e incluso suponer diferentes escenarios -que en su mayoría- suelen ser catastróficos.
“Normalmente se genera esa ansiedad anticipatoria y pensamos lo peor. Que no nos va a querer escuchar, que no le va a gustar aquello que le queremos expresar, que se va a enojar o alejar. También está ese miedo a perderle a la otra persona, sobre-pensar la situación y creer que algo malo va a ocurrir”, apunta Dulce Pérez, Licenciada en Psicología, especializada en terapia sexual y de pareja.
Es algo común y frecuente que uno prefiera guardar silencio y dejar pasar aquello que le incomodó, o bien, en otros casos, que la preocupación gane terreno y se exprese de manera errónea. Esto se debe a la ansiedad que nace por no saber qué podría pasar si se habla del tema y que la relación se termine, menciona Pérez.
La base de toda relación es la comunicación
Para mantener el vínculo, expresarse de forma asertiva es fundamental, pero ¿eso de qué se trata? Básicamente de expresar las cosas de manera correcta, respetando y escuchando al otro. Esto fomenta una buena convivencia, en el caso de que vivan juntos, como también de crear espacios productivos de comunicación, de escucha, que se alineen los intereses de ambos y, en definitiva, mantener una relación saludable, puntualiza Dulce.
Si bien esto puede parecer sencillo y racional, lo cierto es que aquellos sentimientos de descontento no facilitan la situación, por eso, la licenciada explica que lo primero para hacer es controlar nuestras emociones.
“La mejor manera de iniciarlo es controlar nuestras emociones, porque no sabemos si esta situación nos enojó demasiado, nos incomodó demás o nos puso muy tristes. Entonces, primeramente es dejar que ‘se calmen las aguas’ y pensar lo que voy a comunicar, analizar y tener una conversación conmigo misma”, sugiere.
Una vez que esté claro lo que se quiere decir y cómo hacerlo, es momento de comunicarle al otro lo que está pasando. “Una buena estrategia es esperar a que se calmen las cosas, luego buscar el momento y lugar adecuado, sin interrupciones, para hablar”, aconseja Dulce.
No siempre es conveniente anticipar esa charla, es decir, mandar un mensaje avisando que se quiere conversar sobre algo serio, porque esto predispone a que la comunicación sea tensa desde un principio y pueda terminar de mala manera.
“Directamente es tranquilizarse, relajarse, pensar en lo que sucedió, lo que se quiere comunicar, cómo hacerlo y que sea en un lugar idóneo”, resalta.
También es importante mantener la calma, la apertura de escucha, respetar al otro cuando habla y siempre tratar de tener una mente resolutiva, porque el objetivo es negociar y llegar a un acuerdo.
“No hay que tomar una postura de reclamo, quejas, juzgar o critica al otro porque así no se llegará a buen puerto y la idea no es terminar en una discusión hostil donde puedan nacer ofensas, por eso es importante hacerlo con tranquilidad”, explica la especialista.
Encontrar el momento
Cada una tiene su personalidad y carácter, también posee sus propios tiempos para procesar y pensar bien las cosas. La psicóloga apunta que no hay que dejar pasar mucho tiempo.
“Lo ideal sería conversar las cosas cuando suceden, en el mismo día o también puede ser al día siguiente o máximo una semana después, pero no hay que prolongarlo mucho porque lo que no se dice implica que está todo bien”.
La autorregulación e introspección son otras cualidades que hay que desarrollar, de esta manera se puede controlar más el temperamento. “No queremos que discutan, se griten o se ofendan. Si es necesario distanciarse por un tiempo para encarar mejor la situación, hay que hacerlo, eso ya depende de cada personalidad. También depende mucho del contexto, de lo que sucedió, y si hay otras personas implicadas, pero lo ideal es buscar la calma antes de conversar”, agrega.
Para finalizar, Dulce aconseja eliminar esa idea de que el otro sepa o adivine lo que una siente, piensa o espera. Que el respeto, la escucha, la educación, la empatía y la comprensión son elementos básicos para tener una buena comunicación.
“Debemos sentirnos libres, saber que nos podemos sentir libres de expresarnos con nuestro compañero o compañera, eso hará que podamos reforzar la relación; siempre con honestidad, respeto y amor, porque siempre hablamos desde el amor”.
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