El botox es uno de los tratamientos más conocidos en el mundo de la estética y está indicado para quienes deseen eliminar los signos de envejecimiento. Si bien la finalidad es la misma, el baby botox tiene sus diferencias y te contamos cuáles son.
En la actualidad existen muchos tratamientos para armonizar el rostro y atenuar los rastros que el tiempo -y los diferentes factores- van dejando en la piel. Desde indicaciones sobre cómo proteger la dermis, ingredientes naturales antioxidantes que combaten los radicales libres y los productos formulados como serums y cremas.
A la par, la medicina estética tuvo muchos avances y desde hace tiempo empezó a resonar el “baby botox”, que si bien sirve para eliminar arrugas, es más un tratamiento preventivo que se puede aplicar a partir de los veinte años.
¿Cómo es el procedimiento?
Es similar al botox tradicional. Se aplica toxina botulínica pero en microdosis en zonas específicas y en mucha menos cantidad. Está indicado para pieles jóvenes que tengan la intención de evitar la formación de líneas de expresión y el resultado es un cutis terso, uniforme y manteniendo la expresión natural.
El tratamiento suele ser ambulatorio, ya que se inyecta la toxina a través de agujas finas en los músculos que mayor actividad tienen para relajar, difuminar y prevenir las arrugas. El baby botox actúa “reeducando” al músculo para que se contraiga con menos fuerza y así suavizar la zona.
En cuanto a la duración, puede variar de una persona a otra, pero el promedio es que se realice entre cuatro y seis meses.
¿Cuáles son los cuidados a tener en cuenta?
Una vez que se realiza el tratamiento se debe evitar dentro de las primeras 4 horas el maquillaje, tocar o masajear la zona y ponerse cremas, tampoco se debe hacer ejercicio. Por último y excluyente, hay que acudir a un médico esteticista especializado en este tipo de tratamientos para obtener los resultados deseados.
···¿Ya nos seguís en las redes? Mirá todo lo que tenemos para VOS Facebook l Twitter l Instagram