Con el paso de los años es natural que las funciones cognitivas experimenten cierto declive -dejando de lado las enfermedades degenerativas- la buena noticia es que se puede retrasar este proceso adoptando hábitos avalados por la ciencia.
Durante esta etapa puede ser más frecuente olvidar objetos en lugares, nombres, citas importantes, incluso lo que se estaba por decir. Generalmente se empieza a dar a partir de los 40 años y es normal porque el cuerpo envejece integralmente, según explica el National Institute on Aging.
Lo bueno es que hay una serie de costumbres y hábitos que ayudan a ralentizar el envejecimiento general, pero por sobre todo cognitivo en las personas que están sanas y no tienen ninguna patología de base.
Vale aclarar que si la pérdida de memoria es muy frecuente, te sentis preocupada o está acompañado de otros síntomas, lo primero que hay que hacer es acudir a un especialista para que brinde la atención correcta.
1.Alimentación sana
Los alimentos construyen y nutren al organismo, también le brindan la energía necesaria para que el cuerpo funcione correctamente y esto incluye al cerebro, según explica una revisión de Frontiers in Human Neuroscience.
Existe una gran variedad de ellos que tienen grandes beneficios para el cerebro, entre ellos: el aguacate, el chocolate negro, el brocoli, las nueces, el aceite de coco, té verde, huevo, aceite de oliva, las semillas de calabaza, los granos enteros, entre otros.
2.Actividad física
No es necesario que sea de alto nivel o intenso; mantener al cuerpo en movimiento ayuda a segregar hormonas de bienestar y a disminuir el cortisol, también estimula el flujo de sangre al cerebro y ayuda a que se oxigene.
El ejercicio moderado y regular tiene un efecto protector frente al deterioro de la memoria; por otro lado, protege los huesos, construye músculos y ayuda en la coordinación para distintas actividades cotidianas, afirma Frontiers in Psychology.
3.Higiene del sueño
Dormir bien tiene un impacto directo en nuestro cerebro. A contraparte, la privación hace que la memoria no funcione bien, la persona no se pueda concentrar con facilidad ni prestar atención a cosas sencillas. El insomnio, a largo plazo, puede generar incluso desórdenes neurodegenerativos, menciona una revisión realizada por Sleep Medicine Clinics.
4.Cuidado con el estrés
Mencionamos antes al cortisol, la hormona del estrés, esta sustancia inflama al cuerpo, incluyendo al cerebro. Aunque no sea fácil, hay que tratar de evitar las situaciones estresantes lo más posible o que estos episodios sean prolongados.
El estrés influye en el apetito, el estado anímico, el descanso -todo lo mencionado anteriormente que hay que cuidar-, pero además disminuye la velocidad de razonamiento y la memoria, apunta Journal of Neuroscience Nursing.
5.Ejercitar la memoria
Músculo que no se usa, se atrofia. Algo similar sucede con el cerebro, según explica una investigación, realizar ejercicios de razonamiento, escritura creativa, aprender una actividad como la música o simplemente leer mantiene ejercitado y activo al cerebro, ayudando a disminuir el deterioro cognitivo.
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