En todo tipo de relaciones existen desacuerdos que podrían ser resueltos mediante conversaciones incómodas. Cada persona gestiona de manera diferente los conflictos, pero si una de las partes no responde, está aplicando la “ley del hielo”.
En una discusión lo normal es hablar con la otra persona -especialmente cuando existe una conexión importante entre ambas partes- para resolver el problema y llegar a un acuerdo o reconciliación. A algunas personas les cuesta hablar y enfrentar el conflicto, mientras que otras eligen el silencio y la distancia. ¿Es correcto este comportamiento?
“La ley del hielo es un tipo de abuso psicológico bastante violento, pero silencioso. Es cuando la persona con la que mantengo un vínculo no valida mis emociones y me niega la oportunidad de hablar, explicar o expresar un comentario u opinión. Es ignorar completamente a la otra persona, cómo anular su existencia mediante el castigo del silencio”, explica Dulce Pérez, psicóloga especializada en terapia sexual y de pareja.
Algunas personas utilizan este recurso inconscientemente porque no conocen otra forma de enfrentar los conflictos, explica la especialista, y aclara que otro grupo lo hace para hacer daño a propósito. “Mucha inmadurez y falta de inteligencia emocional”, puntualiza.
Este tipo de comportamiento afecta directamente la satisfacción de la dinámica de pareja. Con el tiempo la relación se deteriora y deja muchas heridas y/o traumas que se pudieron haber evitado desde una comunicación abierta al inicio de la relación.
“Heridas, traumas innecesarios, hábitos y pensamientos negativos, dificultad de relacionarse con nuevas personas, poca satisfacción interpersonal así como ansiedad y depresión”, son algunas de las consecuencias que enumera Dulce respecto a este comportamiento.
Y para quienes aplican la ley del hielo, puede suceder que pierdan un vínculo importante para ellos. La licenciada específica que es fundamental practicar la empatía y la responsabilidad afectiva en cualquier tipo de relación y que esta es una de las fórmulas para que sea exitosa y gratificante con el tiempo.
Por eso aconseja que: “Si ya somos conscientes de que la otra persona nos está aplicando la ley del hielo, lo recomendable es no reaccionar impulsivamente o con agresividad, mantener la calma y no demostrar que te afecta. Es conveniente elegir un momento más tranquilo para hablar del conflicto en sí”.
Y finaliza: “Aunque cueste, hay que ser empático con la otra persona porque por algo le cuesta comunicarse. Ojo: no es dejar que nos maltraten o pisoteen, es buscar otro momento para hablar y por sobre todo, reconocer cuál es mi rol en esa relación para poder o establecer límites, sanar lo que haya que sanar o terminar la relación si ya empieza a hacer mucho daño tanto físico como psicológico. Por último, tratar con un profesional para que pueda brindar herramientas de habilidades comunicativas o en caso de primeros auxilios psicológicos, cómo reaccionar para no salir lastimados y así cuidarnos”.
···¿Ya nos seguís en las redes? Mirá todo lo que tenemos para VOS Facebook l Twitter l Instagram