Suena fácil “inhalar por la nariz y exhalar por la boca”, pero durante el entrenamiento de resistencia se vuelve complicado. Aprender a respirar no solo nos ayuda a obtener mejores resultados, también contribuye al buen funcionamiento del organismo.
Al caminar, correr, saltar y demás ejercicios que forman parte del entrenamiento, nuestro cuerpo responde al esfuerzo aumentando la resistencia y para ello es de vital importancia mantener el ritmo de nuestra respiración.
La respiración consiste en una de las principales funciones del organismo y se caracteriza por ser voluntaria e involuntaria, es decir, en condiciones normales se respira en modo automático y poco pensamos en su funcionamiento, pero es diferente cuando se trata de respirar bajo esfuerzo físico.
En las actividades físicas tanto moderadas como de mayor intensidad, nuestro organismo se ve forzado a gestionar la respiración de acuerdo a los movimientos que realizamos, tal es así que el entrenamiento de resistencia nos sobreexige aún más porque se basa en ejercicios de esfuerzo y larga duración, que mejoran nuestra capacidad cardiovascular.
Estos ejercicios están enfocados en fortalecer la resistencia a través del tiempo y la distancia, de manera que el corazón, los pulmones y el sistema vascular sean beneficiados. Además, contribuye a potenciar nuestro nivel físico y psicológico.
Dentro del entrenamiento de resistencia es esencial modificar el patrón respiratorio para alcanzar los resultados deseados. A medida que realizamos los ejercicios vamos a ir notando cómo la respiración cambia entre una acción y otra.
Respirar correctamente implica obtener cantidades considerables de sangre oxigenada. Por lo tanto, este proceso es fundamental para el funcionamiento adecuado de nuestro cuerpo durante el entrenamiento de resistencia.
Si no respiramos correctamente podríamos lesionarnos, tener dolores de cabeza, recibir presión en los pulmones y el abdomen, por eso para evitar estas molestias y resistir los ejercicios, te comentamos los puntos a tener en cuenta para mejorar nuestra respiración:
1.Respirar por la nariz o por la boca: Uno de los aspectos más importantes es el lugar por el cual ingresa el aire. Normalmente se aconseja tomarlo por la nariz, pero por la boca también es permitido, en ambos casos el objetivo es el mismo: consumir el oxigeno apropiado.
Dentro del entrenamiento de resistencia se aconseja tomar y expulsar el aire por la boca, de esta manera es más probable respirar correctamente.
2.Controlar la frecuencia: Aprender a controlar la frecuencia mediante los pasos o zancadas que damos durante el recorrido. Se pueden implementar medidas pares. Por ejemplo, cada dos zancadas tomamos aire y cada dos zancadas lo expulsamos. Este tipo de frecuencia se conoce como 2×2. El objetivo es que implementemos una frecuencia cómoda para nosotros y se ajuste a nuestras necesidades.
3.Utilizar el diafragma: Respirar correctamente implica la utilización del diafragma, no importa si es durante el entrenamiento o en condiciones normales, porque el diafragma es un músculo ubicado bajo la caja torácica, el cual representa gran importancia en la respiración, incluso es llamado como el músculo de la respiración.
Se basa en realizar respiraciones profundas y pausadas. Esta técnica podemos practicar en reposo y luego aplicamos en los entrenamientos de mayor intensidad.
4.Planificar sesiones de respiración: Es clave incluir ejercicios de respiración dentro de nuestras actividades, donde logremos integrar al diafragma y la frecuencia respiratoria. También podemos practicar intercalando la respiración por la nariz y por la boca, de modo a ir mejorando nuestra respiración.

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