Estilo de vidaSi cuando estás en un pequeño espacio cerrado sientes mucho pánico, tu corazón se acelera y tienes la sensación que te falta el aire, es posible que tengas claustrofobia. Te contamos cómo tratarla.
La palabra claustrofobia proviene de claustrum que significa lugar cerrado y phobia que se refiere al miedo. Estetrastorno relacionado al temor intenso e irracional de permanecer atrapados en espacios reducidos lleva a la persona a anticipar consecuencias catastróficas y malestares físicos.
Aquellos que padecen la claustrofobia experimentan además una mayor ansiedad cada vez que se encuentran en lugares pequeños y con frecuencia hacen esfuerzos para tratar de evitar situaciones en las que puedan desencadenarse. El miedo se considera irracional, ya que la intensidad del mismo es desproporcionada al riesgo real de la situación.
No necesariamente se debe a que el espacio pequeño en sí mismo sea aterrador, sino que es la conciencia la que hace pensar que podría ser difícil escapar y genera la sensación de estar atrapados. Los espacios que podrían desencadenar una sensación de claustrofobia son los ascensores, aviones, túneles, conducir sobre puentes, habitaciones sin ventanas, estar atrapado en el tráfico o máquinas de resonancia magnética.
Además del miedo intenso y la evitación, los síntomas de la claustrofobia son en gran medida fisiológicos, como dificultad para respirar, corazón acelerado, temblor, transpiración, dolor de pecho, mareo, náuseas, entumecimiento u hormigueo, sentimientos de irrealidad y miedo a perder el control o “volverse loco”.
La mayoría de las personas con claustrofobia también luchan contra la ansiedad, y es más probable que experimenten otros trastornos concurrentes y tipos de fobias.
¿Por qué se desarrolla?
No hay una causa única conocida para la claustrofobia. A veces, no hay una razón clara por la que alguien sea claustrofóbico. Sin embargo, algunas causas posibles son al haber experimentado un evento traumático.
Y es que algunas personas pueden señalar el inicio de su claustrofobia en un evento específico, como quedar atrapados en un ascensor, tener un ataque de pánico en un avión o incluso ver una noticia sobre un puente que se derrumbó. Esta experiencia se queda con ellos y les provoca un miedo irracional.
También puede generarse tras algunos antecedentes familiares de claustrofobia. Es más probable que tenga este trastorno si un miembro de la familia lo tiene, lo que sugiere que puede haber elementos tanto genéticos como aprendidos para desarrollarla.
Formas de controlar el miedo
1. Respira hondo y relájate. Antes de entrar en un espacio cerrado y pequeño practica algunos ejercicios de respiración para tranquilizar a tu mente. También el mindfulness puede ayudarte a relacionarte con la ansiedad con indiferencia, haciéndote saber que es algo que puedes manejar sin evitarlo.
2. Elimina los pensamientos negativos. Evita pensar en situaciones irracionales antes de entrar, distrae a tu mente y no profundices en hechos catastróficos que puedan aparecer. En su lugar, concéntrate en pensamientos agradables y procura hablar con otras personas para controlarte.
3. Práctica técnicas de relajación. Aprende habilidades para reducir la ansiedad, como la respiración diafragmática o la relajación muscular progresiva. Estas técnicas pueden ayudarte a controlar la claustrofobia porque contrarrestan la respuesta de lucha o huida del cerebro al activar el sistema nervioso parasimpático.
4. No te fuerces. Si estas situaciones te generan mucha tensión, comienza por enfrentarte a ellas poco a poco y en compañía.
5. Terapia de exposición. Se trata de la exposición repetida a los desencadenantes para ayudar a superar los miedos. La persona inicialmente puede practicar con encuentros que provocan menos ansiedad, para luego enfrentarse gradualmente a encuentros más desafiantes a medida que la ansiedad se reduce en cada paso.
Puedes comenzar mirando imágenes o videos que desencadenen claustrofobia, de manera a probar la realidad virtual antes de pasar a la realidad.
