Es hora de que el humilde nabo se gane algunos puntos por sus bondades y se lo coloque en las mesas. Es uno de los alimentos más saludables que podríamos comer, si solo le diéramos una oportunidad.
La abundante verdura de invierno tiene dos partes: el bulbo blanco y morado y las hojas verdes. En realidad, es una verdura crucífera, en la misma línea de alimentos básicos de hojas verdes como las coles de Bruselas y la coliflor.
1. Tiene un alto contenido de compuestos que combaten la inflamación
“Las verduras crucíferas son algunos de los alimentos más saludables, ya que contienen muchos antioxidantes, así como compuestos conocidos como glucosinolatos”, dice la dietista Whitney English. Los antioxidantes, por supuesto, combaten la inflamación y otros daños causados por los radicales libres en el cuerpo. En cuanto a los glucosinolatos, se han relacionado con un menor riesgo de cáncer y apoyan la producción de células saludables.
2. Es bueno para el intestino
Una taza de nabos crudos en cubos contiene alrededor de dos gramos de fibra, que es más que la ingesta diaria sugerida. La fibra de los nabos ayuda a combatir la hinchazón, los gases y el estreñimiento, al mismo tiempo que reduce el colesterol y el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, dice Brigitte Zeitlin, nutricionista. Dado que la fibra se mueve más lentamente a través del tracto gastrointestinal, ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y la saciedad.
3. Es una fuente natural de ácido fólico
En particular, el folato es “un nutriente esencial para las mujeres embarazadas y las mujeres que piensan en la salud antes de la concepción”, dice Zeitlin. Incluso si no está embarazada en este momento, obtener su ácido fólico puede ayudar a mantener la salud cardiovascular y aumentar los niveles de energía, por lo que las mujeres mayores de 18 años deberían consumir alrededor de 400 microgramos por día . Obtendrá 20 microgramos de ácido fólico en una taza de nabos picados (el cinco por ciento de su valor diario) y la friolera de 107 microgramos (o el 27 por ciento de su valor diario) en una taza de hojas de nabo picadas .
4. Apoya la salud ósea
Solo una taza de hojas de nabo contiene 138 microgramos de vitamina K , es decir, el 153 por ciento de lo que debería consumir todos los días, lo que ayuda a la salud de los huesos y es un importante agente de coagulación de la sangre. Considere esto como una prueba más de que todos deberíamos comer más verduras de raíz y no simplemente tirarlas .
5. Los nabos, y sus verduras, son alimento para el cerebro
“Las hojas de nabo en realidad están más concentradas con micronutrientes como los carotenoides como el betacaroteno y la luteína”, dice English en un reporte a Well and Good al comparar la raíz con las hojas. De hecho, se ha demostrado que estas verduras de hoja verde ayudan a la función cerebral saludable . Las propiedades antiinflamatorias de la luteína también contribuyen a la salud ocular .
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