Disfrutar de tu propia compañía tiene ventajas únicas, independientemente del estado actual de tu relación sentimental.
Si no ha aceptado una cita con vos misma, sentarte en una cafetería, restaurante o cine puede sentirse, en el mejor de los casos, incómodo y, en el peor, intimidante. No hay una persona designada con quien compartir charlas o incluso contacto visual, y te dejan flotar en tus propios pensamientos.
Para algunos, ese acto de soledad pública puede incluso generar autoconciencia: ¿qué pensarán los demás de que pase el rato solo? Pero, de hecho, aprender a dejar de lado la presión de estar acompañado y, en cambio, disfrutar de su propia compañía tiene ventajas únicas, independientemente del estado actual de tu relación sentimental.
Sin embargo, como cualquier otro paso en el camino hacia el crecimiento personal, encontrar ese nivel de comodidad en la propia piel es una habilidad. Por eso, la experta en amor propio Tara Schuster, autora de Buy Yourself the F * cking Lilies, y la psicóloga clínica Sarah Adler, profesora del Departamento de la Universidad de Stanford de Psiquiatría, comparten consejos para replantearnos nuestra visión del tiempo a solas.
Según ambas expertas, el primer paso para aprender a disfrutar de tu propia compañía es comprender la importante distinción entre estar solo y sentirse solo. “El primero es simplemente un estado en el que no hay otras personas alrededor, mientras que el segundo es una construcción psicológica en la que tienes fuertes emociones negativas acerca de estar solo y no tener la capacidad de conectarte con otras personas”, señala la Dra. Adler.
Si bien ciertamente podés sentirte sola sin importar cuántas personas estén en tu esfera, trabajar para sentirte más a gusto con la soledad física en realidad puede ayudarte a sentirte, irónicamente, más conectada.
Básicamente, eso se debe a que el tiempo a solas te permite reconectarte con tus propias intenciones y lo que realmente llena tu taza, por así decirlo, explica la Dra. Adler: “Dedicarte tiempo te da el espacio y la agencia para avanzar hacia las cosas que deseas en la vida”.
Si, por el contrario, siempre estás en el horario de otra persona, es fácil perder la comprensión de las cosas que amas. “Cuando te atas a fuerzas externas, estás entregando tu felicidad [y] tu estabilidad a alguien o algo más, ya sea un trabajo que te da una sensación de logro o una socia que crees que te da estatus”, comenta Schuster y agrega, que una se siente una versión más feliz y saludable de sí misma, incluso hasta una mejor compañera cuando mantiene las “rutinas sagradas que le apoyan”.
Por supuesto, eso no significa volar exclusivamente en solitario, los seres humanos también están programados para necesitar una conexión auténtica, enfatiza la Dra. Adler. La clave está en lograr un equilibrio óptimo entre el tiempo con los demás y el tiempo a solas (que se verá un poco diferente para todos), y usar ambos al servicio de la vida que, en última instancia, te gustaría llevar.
Descubrir qué es eso para vos y establecer límites en consecuencia, requiere el tipo de conciencia que se logra mejor al pasar tiempo con una misma (lo adivinaste). A continuación, las especialistas comparten consejos para sentirnos más cómodas haciendo eso.
1.Comenzá poco a poco
Averigua lo que te haría sentir más cómoda, ya sea sentarte en un café y beber un latte, o yendo a un restaurante local para cenar, cuando lo encuentrés, hacelo, eso lo sugiere Schuster. Concentrate en esa única salida como un primer objetivo y luego trabajá a partir de ahí con los siguientes pasos.
2.Trae un libro o un diario
Tener un lugar para dirigir tu atención y algo qur hacer con tus manos son herramientas útiles para los novatos que salen solos, y un libro o un diario les brinda ambas cosas. “De esta manera, cuando empezas a tener esa sensación de ‘Estoy tan sola acá qué hago’, tenés una actividad en la cual participar”, explica Schuster. El acto de llevar un diario, en particular, también puede dirigir tu atención hacia lo que sea que esté haciendo que el momento sea estresante y, como resultado, ayudarte a enfrentarlo y calmar esos sentimientos.
3. Guardá tu teléfono (en serio)
Desplazarte por las redes sociales o enviar mensajes de texto, saca instantáneamente tu mente del momento presente y despoja a tu cita a solas de esa potente autoconciencia, que es, por supuesto, el objetivo. “Incluso si no estás interactuando directamente con las personas mientras estás en tu teléfono, probablemente estás interactuando con tus pensamientos o comentarios, y es importante desconectarte de eso de vez en cuando para dejar que tu cuerpo se regule y restablezca”, señala la Dra. Adler.
4.Hacé una actividad que te guste
Si no te gusta salir a comer en un restaurante con un amigo o un ser querido, tampoco es necesario que conviertas tu cita en solitario en una comida externa. Pasar tiempo sola también puede significar inscribirte en una clase de arte, un programa de ejercicios o un grupo de voluntarios sin nadie más que conozcas. En otras palabras, la independencia no siempre tiene que ser igual a la soledad, y parte del placer de hacer las cosas exclusivamente para una misma es que también te brinda oportunidades para conocer gente nueva y formar conexiones nuevas y hermosas, dice Schuster.
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