Superando barreras, prejuicios y estereotipos, este DJ trabajó con los artistas de rap, reggaetón y derivados urbanos más importantes, tanto del universo latino como del anglosajón. Charló en exclusiva con VOS y dejó en claro que la verdadera música sale del corazón.
Por: Luis Ríos
Se llama Santiago Rivarola, pero es conocido artísticamente como Tainy Loops y se describe como “el DJ de los reggaetoneros”. Fue criado y formado musicalmente en Puerto Rico y en Brooklyn. Tiene 36 años y hace 20 se dedica a la música. Recorrió muchas ciudades del mundo posicionándose como uno de los Dj’s del genero urbano/latino más versátil y de mayor trayectoria.
No hay que confundirlo con Marcos Efraín Masís quien se llama solo Tainy y también es compositor y productor musical puertorriqueño. “Yo soy Tainy Loops y él es solamente Tainy, entonces no hay problema con el nombre. Los dos salimos del mismo lugar incluso. Así como también hay un montón de ‘Don’, está Don Omar, Don Chezina. Es normal, siempre hay varios nombres similares”, aclara.
Como Dj, presentador y productor de mixeos trabajó con los artistas más reconocidos de este género de habla hispana: Daddy Yankee, Wisin & Yandel, Arcángel, Don Omar, Ozuna, Maluma, J Álvarez, Pitbull o J Balvin. También estuvo con varios referentes del rap estadounidense como: Snoop Dogg, 2 Unlimited, Cypress Hill, De la ghetto y más.
Tainy Loops se encuentra en Paraguay para animar una serie de eventos privados y realizando sesiones de estudios con varios artistas locales. “No estoy mentalmente listo para hacer discotecas todavía. Todavía le tengo un poco de miedo al Covid”, comenta al arrancar la conversación.
Está trabajando con Cami Flecha, la Dj Paraguaya que a mediados de este año fue aceptada en la Point Blank Music School, la prestigiosa escuela de música de Los Ángeles. “Cami es una persona súper extrovertida que tiene muchas ganas de aprovechar la oportunidad y trabajar sobre lo que uno le plantea y recomienda. Es muy abierta, disciplinada y responsable. Cuando veo ese compromiso, me motiva más para seguir haciéndolo”.
Además, está teniendo sesiones con varios artistas urbanos. Son sesiones de estudio donde se intercambian experiencias. “Nos conocemos, lo que ellos hacen, lo que nosotros hacemos y lo que podemos hacer en conjunto”, resalta el puertorriqueño.
En esa línea de trabajo, está en contacto con los Kchiporros para trabajar un par de canciones. “Con Chirola hemos tenido muy buena vibra. A través de él llegamos a las chicas de Milkshake. No las conozco personalmente, pero creo que tienen ese girlpower y que podemos trabajar para mejorar su carrera”, señala sobre el dueto conformado por Sabrina Montes y Majo Maciel.
Foto: Jesús Almada
La necesidad de un líder
Otro de los artistas con los que pudo compartir y de quien quedó gratamente impresionado, fue del rapero Ale$tar, que anteriormente subía a los ómnibus con un parlante para mostrar su arte. “Me gusta mucho como canta. Me llamó la atención que utilizaba palabras como ‘nderakore’ y ‘japiro’. Es muy original porque todos están queriendo copiar a los puertorriqueños o a los gringos y no están poniendo palabras en su lengua o en su natividad. Si bien son malas palabras, me pareció cool que se animara a hacerlo”.
Explica que falta un líder de cada país en el que los chicos nuevos se fijen: ‘Si fulano de tal de Paraguay despegó su carrera a nivel global y grabó con artistas como Justin Bieber o con Daddy Yankee haciendo su música autóctona, yo también me tengo que animar a hacer lo mismo’ porque de lo contrario todo el mundo tiene miedo y va por el camino más fácil. “Lo mismo pasa con las disqueras y la gente. Por eso creo que hacen falta líderes en cada país que hagan que la juventud se identifique con ellos”, insiste.
Tainy Loops resalta que las nuevas generaciones ya se identifican con el género urbano y el reggaetón porque son parte crecieron escuchándolos. “Con ellos ya tengo que hablar de Ozuna, Daddy Yankee, pero les falta un líder a seguir en ese sentido. Además, a diferencia de nuestra generación, las generaciones que vienen ahora son más unidas que antes porque saben que son minoría. Es decir, es mayoría globalmente la gente que escucha este género, pero es una minoría la que quiere desarrollarse dentro de él”, analiza.
Así como está trabajando de cerca con Cami Flecha en Paraguay, también está con otro joven Dj en Uruguay y otros artistas en Latinoamérica a los que puede ver cada tanto y con los cuales siempre está en contacto.
Las nuevas generaciones y los nuevos desafíos
Ya con casi dos décadas dentro del negocio, le gusta apadrinar a los nuevos artistas y enseñarles que el arte sale del corazón, no de la cabeza. “Esto no es matemática, son sentimientos. Me tomo el tiempo, los aconsejo, los ayudo, les armamos el show, les decimos como tienen que hacerlo para que se luzcan más para diferentes targets, ya sea con el público como para las marcas. De manera a llevar al DJ al siguiente nivel, y no solo quedarse como alguien que pone música”.
Santiago se detiene en este punto para puntualizar que mucha gente confunde “Dj” con “selectah”. El Selectah es aquel que escoge la música de otras personas y la reproduce. Algo que puede hacerse con una lista de Spotify. “Te pones frente a tu tablet y haces como que estás tocando, eso es un selectah: un seleccionador de canciones. El Dj mezcla en vivo, improvisa en vivo, trae sus propias canciones, hace su propio mixtape”, diferencia Rivarola.
El mismo hace sus remixes en vivo porque le gusta sentir esa adrenalina y busca transmitir esa átmosfera a los Djs de ahora. Es una excitación que no puede explicar con palabras y es el motivo por el que hace tanto tiempo está en esto. “No es solamente darle play a La Batidora o pasar reggaetón’. Reggaetón pone cualquiera, se trata de transmitir más que eso”, afirma .
Foto: Gentileza
Es claro cuando expresa que un Dj -o un artista- que se quiere dedicar a la música (y en especial a estos géneros latinos que hoy dominan las listas de todo el mundo) tiene que decidir si quiere hacer música para la radio o música para la discoteca.
“Son dos cosas diferentes, la música para la radio no va a pasar de moda y quizás no sea tan bailable. La música para la discoteca es para el perreo, para bacilar y al mes que viene sale otro artista con otra canción y la tuya ya se dejó de lado”, asegura.
Para él, el reggaetón es igual que el rock o el hip hop, en el sentido de que fue ganando cada vez más empatía a los del público que antes lo repudiaba. “Todos son géneros alternativos, urbanos porque salen de la urbe o del barrio. Todos pasaron por lo mismo, el rock, el punk, eran mal vistos hasta que se hicieron pop”, sostiene.
“Antes por ser roquero te decían que eras satánico, que eras el anticristo y después lo aceptaron. El rock se volvió pop y estaba bien visto. Lo mismo pasó con el hip hop y fue pasando con diferentes géneros musicales. Fueron muy fuertes desde abajo para arriba. Desde abajo hasta el mainstream y se convirtieron en pop. Eso mismo le pasó al reggaetón y al género urbano en general, se volvieron en populares”, amplía.
Para que esa aceptación se de en cualquier género, siempre se necesitó el aval de un artista o estandarte que lo haga pasar al “lado bueno”. “En el caso del reggaetón fue Enrique Iglesias cuando colaboró con Nicky Jam para hacer ‘El Perdón’. En el mercado americano, fue Fergie cuando grabó ‘Impacto’ con Daddy Yankee y 50 cent también tuvo algún arrimo”, detalla.
El legado
Si bien en la actualidad se encuentra libre de contratos discográficos, cuenta con varios aliados comerciales en diferentes países de Latinoamérica. En su momento formó parte de la compañía “Cartel Boyz”, el mismo sello discográfico de Daddy Yankee y anteriormente fue uno de los primeros Djs de Reggaetón en firmar contrato con Warner. Todo eso tiene un valor para él, pero su verdadero deseo es que sea de valor para las siguientes generaciones.
Aprendió trabajando con muchos de los grandes. Aprendió cosas buenas, cosas malas. Se ilusionó, se desilusionó. Hubo cosas que le gustaron, otras que lo defraudaron y también supo admirar. “Todos ellos tienen pasión por lo que hacen. Todos esos líderes con los que he trabajado y de verdad son tocados por una varita mágica. Les fluye de adentro”, sostiene con fuerza.
Confiesa que fue un sueño cumplido para él la oportunidad de trabajar con todos ellos. Era tener enfrente todo eso que, durante mucho tiempo, solo veía en televisión. Ahora estaban metidos dentro de un estudio con él o en una gira. Aprovechó y aprendió. “Adopté todo eso para mí y siento que me he formado bastante bien. Me siento seguro como artista y siento que tengo algo para dejar a los que vienen. Dios nos hizo inteligentes, nos dio dos oídos, dos ojos y una sola boca. Entonces, escuchemos más, miremos más y hablemos menos”.
“Tengo 36 años y hace 20 que me dedico a esto. Hoy los Djs tienen otra edad, otras facilidades, otros medios de difusión, otras plataformas digitales. Como que la tienen más fácil. Cuando yo crecía era más difícil porque el reggaetón era visto de mala manera. Me tocó atravesar o chocar con muchos estereotipos y prejuicios para poder decirle a esa gente ‘Esta música no es mala y viene del mismo lugar de donde tú la estas escuchando’”.
Y también describe que la industria musical avanzó mucho con relación a cuando a él le tocaba iniciarse. “Antes uno hacia el instrumental, otro la letra y un tercero vendía el producto. Ahora es un emprendimiento empresarial. Cinco o seis personas se meten a un estudio y sacan canciones, esas canciones las canta cualquiera. Se ha hecho una industria. Quizás tu cara no es conocida pero tus letras son conocidas porque las cantan Shakira, Jennifer López, Marc Anthony, Daddy Yankee, etc”, puntualiza.
Sobre si se ven diferencias entre trabajar con artistas latinos y con artistas angloparlantes, nos cuenta que el anglo –lastimosamente- es superior al que canta en español. “Son visiones diferentes. En su momento el gringo tenía una plataforma de trabajo mucho más grande que el latino. El gringo saca una canción y enseguida está en todas partes. El latino tiene que trabajar mucho más a menos que le regales tu carrera a una disquera americana global y quedarte solo con el 10% de un montón. Es tu decisión”.
Antes y después del coronavirus
Si bien dice que aún no se siente listo para los eventos masivos por el acecho constante del coronavirus, admite que pasó por etapas en donde fue muy inconsciente sobre el virus y etapas en donde vio a gente morir. “Eso hizo que bajara los pies sobre la tierra y empezara a tomar más conciencia”, reconoce.
Por eso es que todavía evita los eventos masivos o en donde se junte mucha gente. “Solo voy a lugares que sean muy abiertos, pero sino, intento evitarlo. Solamente fui a trabajar una vez en un evento por Pascuas a una discoteca cerrada y ahí me agarró el Covid”, lamenta.
Su transitar por la enfermedad fue tranquila. Solo recuerda un día en que fue muy afectado, pero el resto de los días los pudo sobrellevar bien hasta volver a dar negativo. “Pero a mi hermana que no hace deporte ni nada se lo agarró antes que yo en el 2020 y ella estuvo mal e internada un mes aproximadamente”, recuerda.
Como sus viajes por el continente no se detienen –y más con la reapertura de las fronteras- Tainy se adapta y es cauteloso a la hora de salir a la calle. “Yo siempre fui deportista, practiqué baloncesto, boxeo, fútbol americano, entonces no me afectó nada. Solo un día de quiebre, más bien una noche y ya. Me aburrí encerrado con toda esa mierda”, cierra.
Tainy Loops demuestra que el reggaetón y el género urbano no son solo productos de moda. Hay música y arte real. Y que con mucho trabajo y haciendo bien las cosas, Paraguay puede llegar a tener grandes artistas globales en poco tiempo.
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