Durante los días festivos y especialmente a fin de año, sale a relucir algo que se conoce como “depresión estacional”. Te contamos cómo identificarla y dónde pedir ayuda.
Existen dos elementos que se conjugan: la depresión estacional y la tristeza por la pérdida de seres queridos durante el año, explica el Prof. Dr. Julio Torales, Jefe del Dpto. de Salud Mental de la Cátedra y Servicio de Psiquiatría del Hospital de Clínicas, Facultad de Ciencias Médicas de la UNA.
La depresión estacional es propia desde la época navideña, conocida como el “fenómeno de Grinch”, nombrada así por el personaje ficticio que roba la navidad quitando toda la alegría. Justamente esta depresión de estación se produce al culminar el año, cuando se evalúa lo logrado. Además, existen personas con más predisposición para tener el síndrome.
La tristeza por la pérdida de seres queridos, se da porque existen muchas familias que perdieron familiares a causa de la pandemia por covid-19 y viven lo que se conoce como “la silla vacía”.
Lo principal es hacer saber a las personas que estos sentimientos difíciles tienen forma de ser tratados. Es importante que se busque ayuda profesional y que no se esté sufriendo en solitario. Para el ser humano el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. “Que algo me duela sí, pero que yo viva gobernado por ese dolor y sufrimiento es opcional, depende que vayamos a la consulta para gestionar ese sentimiento”, señala el especialista.
Justamente la pandemia dificultó mucho porque los procesos de cierre que los humanos precisan regularmente, no se dieron como tal, como el velar al ser amado y dar entierro compartiendo con toda la familia.
“Entonces aquellas personas que necesitan hacer esa cicatrización deben saber que el llanto no es malo, sentirse triste no es malo, porque es una emoción básica, pero cuando la tristeza colorea mi vida y me impide hacer actividades diarias; está presente la mayor parte del día, ahí se habla del síndrome depresivo, que sí requiere de atención”, indicó Torales.
Sostuvo que si pasó más de seis meses a un año y no se puede volver a la realidad luego de esa pérdida, lo más probable es que esa persona esté enfrentado un trastorno de duelo persistente.
Familia y amigos tienen una responsabilidad muy importante. El 90% de las personas que se quitaron la vida tenían trastorno mental no identificado o mal tratado al momento de la muerte, según el profesional. Entonces es importante invertir el tiempo preguntando a la persona que tal está, si necesita ayuda y de ese modo perder el miedo de acudir con un profesional médico, psicólogo o psiquiatra.
“Si invertimos 60 segundos de nuestro tiempo preguntando a esa persona cómo está, tal vez se pueda impedir un suicidio. El suicidio se puede prevenir”, agregó. El Hospital de Clínicas, a través de sus servicios multidisciplinarios, la Cátedra y Servicio de Psiquiatría y el Dpto. de Psicología aseguran la atención por sistema de guardia sobre todo en estas fiestas de fin de año, tanto para niños, adolescentes y adultos.
La línea habilitada para casos de urgencias psiquiátrica es el 0962 - 440 001 o bien, se puede acudir a los servicios de Emergencias de Adultos y Pediátricos, con atención las 24 horas del día.
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