Lo conocemos por su inconfundible aroma, pero ¿sabías que también es bueno para la piel? El café como mascarilla facial reafirma el rostro mediante su gran cantidad de cafeína y propiedades antioxidantes.
Así como tomar una taza de café en las mañanas nos da energía, una mascarilla facial del mismo logra reactivar nuestra piel a través de sus propiedades antioxidantes que actúan como exfoliante natural, ya que su textura granulada estimula la renovación de las células.
Mediante su efecto antiinflamatorio combate la aparición del acné y alivia el enrojecimiento de la piel. Además protege el rostro de los efectos que causan los radicales libres, que son los principales responsables de acelerar el paso de los años y generar envejecimiento prematuro.
Con el paso del tiempo, la aparición de arrugas y las líneas de expresión son inevitables, sin embargo, la mascarilla de café consigue reafirmar la piel del rostro.
Su gran cantidad de cafeína logra que sea perfecta para masajearla, eliminando los restos de piel muerta y cualquier otra sustancia dañina para nuestro rostro. A su vez favorece la circulación sanguínea, desinflama y descongestiona el contorno de ojos, lo que mejora la condición de las ojeras y las bolsas alrededor de los mismos.
Las mascarillas de café deben ser aplicadas teniendo en cuenta nuestro tipo de piel y nuestras necesidades, ya que no todas las pieles responden igual y los ingredientes para cada una son diferentes. Teniendo eso en cuenta, te compartimos dos tipos de mascarillas y su preparación, a continuación.
Para evitar el envejecimiento de la piel
Es una herramienta por excelencia cuando necesitamos combatir contra el envejecimiento de la piel porque funciona como reparadora facial.
Ingredientes: 1 cucharadita de café molido, 1 cucharada de miel, 1 cucharadita de bicarbonato de sodio, y 1 cucharada de azúcar granulada.
Preparación: Licuar hasta lograr una pasta, y con la cara limpia, aplicar sobre el rostro y cuello dando un masaje circular, desde el centro hacia afuera; y de arriba hacia abajo.
Dejar la mascarilla durante 10 a 15 minutos, sin esperar a que se seque por completo. Luego retirarla con agua tibia. Si no tienes la piel mixta o grasa, sumar una crema hidratante.
Para pieles sensibles
Su función es la de exfoliante facial porque logra hidratar y purificar la piel. Si la piel es sensible actúa como sérum, un producto que penetra a profundidad la piel.
Ingredientes: ¼ de taza de granos de café molido, ¼ de taza de miel (de preferencia orgánica), 1 cápsula de vitamina E y ½ taza de avena en hojuelas.
Preparación: Mezclar los ingredientes hasta que la pasta se vuelva homogénea y espesa. Después de tener una piel limpia, aplicar la mascarilla con un suave masaje circular.
Dejarla reposar sin que se seque por completo, y enjuagar con agua tibia. Secar dando unos pequeños toques con un paño solo para rostro.
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