Así como debemos tener especial cuidado en el verano, también durante el invierno. Nuestra piel está expuesta a cambios muy bruscos de temperatura, vientos fuertes y demás factores que la pueden dañar.
Sin importar el tipo de piel que tengas, durante el otoño y el invierno es común que se reseque, irrite y tengas una sensación de tirantez. No solo en el rostro, también en el resto del cuerpo y, en algunos casos más extremos, si no la cuidas correctamente puede suceder que se deshidrate y se produzca una especie de descamación, especialmente en los labios.
1.Cuidá tu rutina de limpiaza
Para evitar esto, mantené una limpieza profunda, ya que esto ayudará a que se oxigene correctamente y pueda regenerarse. Utilizá jabones y productos que se adapten a tu tipo de piel y luego aplicá una crema hidratante corporal. En el rostro, realizá una rutina skincare de mañana y de noche y nunca saltees desmaquillarte.
Después de tu limpieza facial recordá que es muy importante hidratarla, esto evitará que pierda más agua y actuará como escudo protector ante las agresiones externas. Lo recomendable es tener una crema diurna y otra nocturna que posea compuestos que favorezcan la regeneración celular.
2.No descuides tomar agua y tu alimentación
común es que tengamos menos sensación de sed, muchas de nosotras incorporamos más infusiones para mantenernos calentitas pero lo cierto es que debemos beber suficiente agua aunque no tengamos ganas. También hay que seguir incorporando frutas y verduras, especialmente aquellas ricas en antioxidantes y vitaminas.
3.La exfoliación también es importante
Otro paso fundamental para la regeneración y oxigenación de la dermis es la exfoliación, ya que retira las células muertas de nuestra dermis y favorece la circulación sanguínea. Por ejemplo, la miel se adapta a todo tipo de pieles, podes mezclarla con café molido o azúcar para eliminar las impurezas de tu rostro y cuerpo una o dos veces por semana.
4.Tené en cuenta a las mascarillas faciales
Aplicar mascarillas también es un buen refuerzo en el cuidado integral. Estas pueden nutrir, purificar, calmar afecciones e hidratar. La avena y miel es excelente para tonificar y rejuvenecer la piel, por otro lado la cúrcuma, el yogur natural y azúcar aportarán luminosidad, además que actúa como astringente natural y reduce la grasitud.
5.No puede faltar el protector solar
Nunca saltees la aplicación de protector solar, aunque el sol ilumine en menor medida igual estamos expuestas a las radiaciones y los efectos negativos que este tiene sobre nuestro cuerpo. Así evitaremos el envejecimiento prematuro y la aparición de manchas.
6.No te excedas con el agua caliente
Debemos tener precaución con los cambios de temperatura, si bien es difícil de prevenir esto cuando salimos y entramos a nuestro hogar, podemos tener especial cuidado cuando entramos a la ducha. Lo natural es querer darnos un buen baño con agua caliente, pero al excedernos resulta agresivo para la dermis pudiendo provocar quemaduras, enrojecimientos y además porque remueve la capa hidrolipídica que la protege.
7.Tus labios también tienen que estar protegidos
Nuestros labios siempre se estropean con el frío y el viento, se queman, paspan y agrietan, para evitar esto utilizá un bálsamo que incluya protector solar y procurá no lamerlos, si sentís que están secos utilizá un labial que los proteja para evitar complicaciones. En el caso de que sientas protuberancias del piel no las arranques, realizá una exfoliación con azúcar y miel, y luego aplicate el protector.

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