En esta primera edición de la feria de arte contemporáneo, muchas galerías, museos y centros culturales se sumaron para exhibir obras que se destacaron por su originalidad. Aquí una breve reseña de algunas de ellas.
Por: Silvia Jung
La semana pasada, del 1 al 7 de agosto, se llevó a cabo la feria de arte contemporáneo “Pinta Sud ASU 2022″ en Asunción con el objetivo de promover el coleccionismo y el arte contemporáneo. Es un programa que busca darle visibilidad al arte y generar un espacio de diálogo entre diversos sectores, ya sea públicos y privados.
La iniciativa fue creada por Pinta Art, un movimiento que intenta dinamizar nuevos mercados del arte en diferentes países. En la primera edición en Paraguay, demostró el gran potencial que tiene el arte como una estrategia de atraer gente y movilizar el mercado creativo.
Numerosas galerías, museos y centros culturales se sumaron a esta iniciativa para impulsar el arte contemporáneo paraguayo. Si bien la feria contaba con un calendario bien cargado, he podido visitar algunas galerías que sin lugar a duda se lucieron, no sólo por las obras expuestas sino también gracias a las distintas temáticas abordadas, dándole un toque original a cada espacio.
1.Exposición “La vida es breve” de la Colección Mendonca - Centro Cultural Citibank
Cuando se habla del arte contemporáneo paraguayo, no se puede dejar de mencionar a la gran colección Mendonca. Es uno de los mayores acerbos que nos ayudan a observar y registrar cada acontecimiento de nuestro país: el “presente”, como los episodios, problemas sociales o situaciones actuales del país.
Esta exposición con curaduría de Adriana Almada, estaba dividida en tres salas principales en donde se pueden percibir los momentos cruciales de la vida. En la primera sala encontrábamos a las obras bien coloridas de Hugo Cataldo, Ricardo Álvarez, Silvio Alder y Silvana Nuovo. El dinamismo de los colores vívidos podría ser comparado con la fuerza misma de la vida. En este espacio se sentía esa intención como un fuerte latido del corazón, así como el de la obra de Ricardo Álvarez.
En la segunda sala se ubicaba la escultura de hierro hecha por Gustavo Beckelmann. Dos hombres mirándose de frente y representando lucha contra el sistema. Me sentí identificada con este hombre de la escultura que se opone al monstruoso peso del destino, a la precariedad del ser humano y a la degradación de la sociedad.
La última sala fue la que más me impactó. Solemne y con luz tenue, de colores relajantes como el azul o el beige que transmitían una paz al ingresar. Las fotografías de soldados tomadas por Alfredo Quiroz, hacían alusión a los verdaderos solados que son todos los hombres que luchan cada día por la vida.
Mientras que la camisa colgada de Claudia Casarino nos permitía reflexionar sobre la muerte. Sabemos que cuando a cada uno le toque ese momento de la despedida, nada se puede llevar, ni siquiera la ropa puesta. Lo “dejamos todo” así como el traje colgado. A la vez que rinde homenaje a los héroes de la vida con una flor grabada por la artista Yuki Hayashi en el centro. Y con esta última sala concluye el itinerario sobre la “corta vida” montada con las obras de la colección Mendonca.
2.Exposición “Ahora o nunca” - Fundación Texo
Aquí se podían apreciar las obras de la artista Bettina Brizuela con la curaduría de Fredi Casco. Muy particulares y originales, Bettina jugó con las líneas trazadas a la perfección: intercaladas, de colores, entrelazadas y encontradas. En un mundo lleno de imperfecciones y desequilibrios, las obras de Bettina demuestran el equilibro y orden.
Sin embargo, sus obras construidas en secuencia y repetición de líneas, van en perfecta combinación con la sutileza en el uso de colores, generando una sensación de mareo, como si de un laberinto se tratase. Es poco lógico construir un laberinto para perderse, pero Bettina nos enseña que perderse es otra forma de encontrase. Por algo Jorge Luis Borges dijo: “Es curioso que el hombre construya un espacio para perderse”.
3.Instalación “La conversación” - La Otra Casa de Asterión
En este espacio, Félix Toranzos presentó un momento de ternura, pasión y amor. Un cuarto pintado con el color rojo, que en el centro cuenta con dos sillas, como si fueran dos personas sentadas mirándose. En medio de ellas, se ubicaba un pequeño muro blanco con un reloj en la parte superior.
La instalación transmitía nostalgia y melancolía. Ya que el reloj representaba el correr del tiempo, el cual es el mayor obstáculo para una conversación. Sin embargo, con el poema escrito en tiza por las paredes del cuarto de la exposición, Felix nos dice que la verdad del tiempo se descubre en la conversación. Para ampliar el conocimiento sobre este tipo de instalación, recomiendo el performance de la artista Marina Abramovic “The Artist is Present”.
Si te gustó descubrir estas obras, ¿sabías cuáles son las tres ferias más importantes del arte moderno y contemporáneo en el mundo? El Art Basel (Suiza, Miami, Hong Kong), el FIAC (París) y el Frize (Londres).
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