A muchas personas les cuesta iniciar las mañanas con “todas las luces” y este método promete revertir ese problema de la rigidez muscular de la mañana y el despertarse completamente, además se puede realizar en pocos minutos.
Realizar las posturas de yoga mejora el nivel general el estado físico, la postura y flexibilidad, pero esto no es todo, también contribuye a reducir el estrés, la presión arterial, mejora el sistema digestivo y hasta previene la depresión.
¿Por qué realizar yoga matutino? Porque activa los músculos y el sistema nervioso. Las horas de reposo generan rigidez y al estirar el cuerpo se liberan endorfinas que ayudan a estar de buen humor, relajadas y llenas de energía. Lo mejor es que solo se requiere de 2 minutos por postura y se puede realizar en la cama, si no se cuenta con un yoga mat.
1.Sukhasana o postura fácil
Es una pose ideal para principiantes, ya que es muy sencilla de realizar. Antes de levantarte de la cama sentate con la espalda recta y las piernas cruzadas hacia adentro, también colocá tus manos por encima, cerrá los ojos y realizá varias respiraciones profundas.
Lo ideal es que en ese momento solo le prestes atención a tu respiración, como entra y sale el aire, para conectar con ese momento meditativo. Entre sus beneficios mejora la postura, ayuda a los procesos digestivos, aumenta la flexibilidad de las piernas y la columna, también fortalece los músculos abdominales.
2.Viparita Karani o postura de pared
Basta con que te recuestes boca arriba y extiendas las piernas contra la pared o cabecera de la cama, también hay que estirar los brazos a los costados y poner las palmas de las manos mirando hacia arriba.
Esta postura mejora la circulación de las piernas, combate edemas, mejora la digestión, y regula el sistema nervioso.
3. Paschimottanasana o postura de pinza sentada
Puede que esta postura presente un poco dificultad al principio si no se tiene la suficiente elongación, pero es cuestión de practicarla a diario para ir ganando flexibilidad.
Para hacerlo sentate con las piernas juntas y la espalda recta, luego lleva el torso hacia adelante e intenta tocar tus pies con las manos. Es importante que a medida que bajes respires profundo y relajes el cuerpo.
Entre sus beneficios: estira la musculatura posterior, brazos y hombros; fortalece la zona lumbar y los ligamentos, mejora la digestión y previene el estreñimiento.
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