Se acerca la época más calurosa del año y debemos tomar ciertas precauciones, especialmente si se realiza actividad física al aire libre o en lugares que no estén acondicionados.
Si la temperatura y sensación térmica supera los 30° el riesgo es el mismo, tanto para las personas que entrenan al aire libre como para quienes están en un lugar cerrado, pero sin aire acondicionado. Se puede padecer: mareos, agotamiento, dolor de cabeza, golpe de calor, entre otros síntomas.
Tampoco se trata de llegar al extremo de abandonar la actividad física a causa de las condiciones climáticas, pero sí es importante tomar ciertas precauciones antes de hacer ejercicio en los días más calurosos.
1. El horario: Los especialistas en dermatología aseguran que las horas centrales del día no son las más óptimas para exponerse al sol, ya que el daño que le puede causar a la piel es muy grande. Lo mismo sucede con la actividad física, en este rango horario el sol se encuentra en su punto máximo y la temperatura también, lo ideal es entrenar a primera hora de la mañana o luego de las 18hs.
2. El lugar: Lo recomendable es entrenar en un lugar cerrado y acondicionado cuando el calor es sofocante, pero caso que no se cuente con esa comodidad hay que optar por parques donde haya muchos árboles y sombra.
3. La hidratación: Hay que beber agua antes, durante y después la actividad física; los especialistas apuntan entre 200 y 400 ml de agua cada 20 a 30 minutos.
4. La ropa: Debe ser liviana, ligera y transpirable. La idea es estar cómodas y tener lo necesario encima.
5. Protección contra el sol: fundamental el fotoprotector de +50 y gorra para cuidar la cabeza y brindarle sombra al rostro. También se puede aprovechar las canillas que estén cerca o fuentes de agua y refrescar el cuerpo: la cara, nuca y brazos.
6. Intensidad: Es mejor entrenar dentro de las capacidades o bajando un chiqui la intensidad, que buscar un rendimiento superior o similar a los días más agradables, la exigencia puede generar malestar con el calor.
Síntomas que indican que conviene parar de entrenar
Si se entrena y se superan las capacidades se puede sentir: mareo, pérdida de equilibrio, pérdida de eficacia, calambres en las piernas o abdomen, dolor de cabeza, sensación de sed que no para, languidez, e incluso náuseas.
En estos casos conviene parar con el entrenamiento y consumir bebidas isotónicas para recuperar electrolitos; si el mareo es muy fuerte conviene acostarse y elevar las piernas, los masajes en los calambres también ayudan y para finalizar, una ducha fría que refrescará el cuerpo. Si el malestar continúa, hay que acudir a un médico.


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