Jugar con globos suele ser bastante entretenido para los niños, de hecho son un infaltable en las celebraciones infantiles. Sin embargo, para los expertos son objetos peligrosos y te contamos las razones.
Aunque pueda parecer complicado o difícil de imaginar, los globos de látex no son recomendados como juguetes y se aconseja mantenerlos lejos del alcance de los niños, especialmente de los menores de 6 años. Ya varios especialistas alertaron sobre sus riesgos, como la pediatra Anna Estapé que en sus redes sociales explicó los motivos.
“A veces desconocemos su peligro, y además se usan ampliamente en fiestas y aniversarios. Tienen un material fino, suave y resbaladizo que fácilmente se puede adherir y amoldar a las vías respiratorias provocando una obstrucción, y son difíciles de poder sacar de la boca”, señala la especialista en su publicación.
La recomendación es no dejar que los niños pequeños jueguen a inflar globos, ya que podrían atragantarse y, si es así es muy difícil de expulsarlos. Y es que cuando un objeto o alimento se introduce en la vía respiratoria no deja que el aire entre a los pulmones y causa una crisis de sofocación, que si no se consigue desobstruir la vía aérea, se produce una parada cardiorrespiratoria.
Tres situaciones donde el riesgo aumenta
La doctora Anna Estapé presentó tres situaciones en las que los globos ponen en riesgo la salud de los más pequeños. La primera de ellas es cuando intentan inflarlos. “Al tomar aire de forma intensa entre respiraciones, el niño puede aspirar parte de un globo para adentro”, indica.
La segunda es cuando los niños juegan con los globos sin inflar y los sostienen en la boca, muchos lo muerden, chupan o tragan algunos trocitos. También representa un peligro, si ya explotó y con las partes hacen globitos para seguir jugando con ellos. Ante estas situaciones, la pediatra recuerda que los niños no deberían jugar con los globos sin la supervisión de un adulto.
Advierte además de la importancia de deshacerse automáticamente de aquellos globos que ya hayan explotado y de mantener fuera del alcance de los niños los que estén sin inflar. Los especialistas insisten que para las fiestas y cumpleaños es fundamental que los adultos tomen consciencia del peligro que pueden llegar a ser aunque parezcan inofensivos y supervisen a los niños cuando hay globos cerca.
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