Una conversación termina, comienza otra y, con demasiada frecuencia, no hay posibilidad de estirarse, tomar un vaso de agua o simplemente aclarar la cabeza entre videollamadas.
Para muchas personas, las videoconferencias consecutivas son un sello distintivo de la era de la pandemia. Así como ya habíamos comprobado que la fatiga de zoom existe, este cansancio mental también tiene que ver con las videollamadas en sí, sean o no por la aplicación zoom. Sean laborales o no. ¿Por qué? Porque muchas videoconferencias seguidas en un día aumenta y acumula el estrés, reduciendo nuestra concentración y productividad.
Y esto gracias a que Microsoft’s Human Factors Lab realizó un estudio sobre la actividad de las ondas cerebrales. Los investigadores confirmaron lo que muchas personas perciben a partir de la experiencia: las reuniones virtuales consecutivas son estresantes. Pero la investigación también apunta a un remedio sencillo: tomarnos descansos breves.
Entonces, para reducir este estrés y agotamiento podemos: crear momentos de descanso breve entre cada videollamada. Esto nos ayudará a bajar la acumulación de estrés, llegaremos menos cansados al final del día y estaremos más relajados y concentrados en las futuras reuniones y tareas que tengamos en el día.
¿Qué podemos hacer en las reuniones? Organizar las videollamadas que sean estrictamente necesarias, que las reuniones sean cortas y enfocadas, generar momentos distendidos dentro de las llamadas y ser flexibles y tolerantes con los otros tiempos.
¿Cómo podemos aprovechar los breves descansos? Realizando estiramientos físicos, no olvidarnos de tomar agua, leer algo que nos entretenga, salir al patio o a tomar aire fresco, es decir, encontrar algo que nos desconecte y relaje.
···¿Ya nos seguís en las redes? Mirá todo lo que tenemos para VOS Facebook l Twitter l Instagram