Estudiante de artes visuales e influenciada por bandas de rock alternativo, desde muy pequeña se interesó por la música y aprender a ejecutar instrumentos. Hoy es la encargada de darle pulso y pasión a las canciones de Los Ollies desde el bajo, y en esta charla nos contó su historia.
Si se puede describir a Sol (20) con una palabra sería: pasión. La vi llegar hasta la cafetería cargando sus instrumentos, ya que minutos antes había finalizado su clase de música. Apenas nos acomodamos, colocó su bajo a lado suyo y no quiso beber más que agua.
Al tenerla de frente sentí su entusiasmo y percibí un brillo especial en sus ojos cuando empezó a hablar, confirmando que una de las cosas que más ama Sol es la música, ya que no hizo falta que empezara a preguntar para que se anime a arrancar.
“La música me gustó desde muy chiquitita la verdad. Desde los cinco años, incluso menos. Mi mamá me llevaba a la radio, trabajaba en radio HIT, una emisora de rock alternativo, y fui consumiendo ese estilo musical a lo largo de toda mi infancia”, así comenzaba Sol el repaso por su trayectoria musical.
Cuando cumplió siete años, Sol empezó a estudiar guitarra con un profesor, amigo de su mamá. Con él exploró el instrumento durante algunas semanas y luego lo dejó. Varios años después, ya en el colegio y mediante una actividad musical escolar, retomó la guitarra pero no fue lo que esperaba.
“Vuelvo una vez que sale un club de instrumentos musicales en mi colegio, en el cual no aprendí nada porque todos estaban avanzados, entonces dije: ‘ah no, acá no me tienen paciencia, mejor me voy a aprender por mi cuenta’. Y bueno, ahí empecé a tocar otra vez, mirando videos en YouTube”, recuerda Sol.
La charla continuó fluida y Sol detalló que a pesar de no haber tenido una buena experiencia con el grupo del colegio no se desanimó, por el contrario, se embarcó en el aprendizaje autodidacta y hasta formó un dúo con un compañero que también cantaba. Para entonces ya tenía 14 años.
Decidida a no volver a abandonar, Sol le pidió a su mamá un regalo especial. “Mi mamá me compró mi primera guitarra: una Fender edición limitada. Recuerdo que le dije: ‘mamá voy aprender a tocar, comprame por favor esa guitarra’. Aprendí a interpretar una canción que a ella le gustaba mucho, me la compró y desde ahí no solté más la música”.
Foto: stephen.kei
La era del bajo
Casualidad o causalidad, en el 2017 Sol conoció a Mati, el vocalista de los Ollies, a través de una amiga en común que rápidamente notó que ambos compartían el mismo estilo musical y los presentó.
“Nos seguimos en Instagram y un día subí un video cantando una canción. Al día siguiente él subió una historia cantando el mismo tema y se lo respondí. Ahí empezamos a hablar y dijimos: ‘tenemos que hacer una banda’, porque coincidíamos en los gustos. Nos juntamos con dos amigos más y formamos nuestro primer grupo que se llamó Sunday afternoon”, realta Sol.
Esta primera banda tenía dos guitarristas y un baterista, pero faltaba quien tocara el bajo. Sol explica que como Mati no iba a cambiar de instrumento y él otro guitarrista no quería tocar el bajo, ella se animó a tomarlo a pesar de que nunca lo había estudiado.
“Era una banda de covers, así fue como empecé con el bajo. No estudié ni nada, simplemente aprendí las canciones para tocar con ellos. De vuelta volví a estudiar gracias a YouTube, no como usualmente uno aprendería. Me fue fácil y me lancé, era hacer o no hacer, y salió. Después paramos con ese grupo”, explica.
Aunque el grupo no prosperó Sol siguió en lo suyo, tocando la guitarra, en sus proyectos y en el colegio, hasta que se enteró que Mati lanzó un EP que fue todo un éxito. No dudó en contactarlo, felicitarlo por su trabajo y ahí retomaron el contacto.
“Después Mati sacó la versión extendida de su álbum porque la gente recibió muy bien todo lo que hizo. Hasta que un día me escribe y me dice: ‘che, Sol quiero tocar mis temas en vivo, estamos viendo con un amigo, ¿te prendes para tocar el bajo?’. Y le dije que sí, obvio. Nos juntamos y empezamos a tocar, tiempo después debutamos en el Café Consulado”, recuerda la bajista.
Los Ollies Foto: stephen.kei
Los Ollies
Para fines del 2019 el grupo ya se conocía y compartían tiempo juntos, como Sol misma lo describió: “todo por la música”. Aún no eran Los Ollies, pero tocaban canciones compuestas por Mati y algunos covers.
“La gente estaba re copada, cuando eso ya había rumores de Los Ollies. Sabían que nosotros íbamos a ser Los Ollies y todos estaban enganchados en el show de Mati pidiendo que toquemos: ‘Vení a casa’. Había gente amiga nuestra que sabía que había un tema que se llamaba así”, describe Sol.
Los primeros meses del 2020 fueron clave para el grupo. Mati le envió a Sol la maqueta de “Vení a casa” y le pidió su opinión, a ella simplemente le encantó. “Así fue que entré a la banda. Después vino la pandemia, justo cuando lanzamos la canción…y explotó. Dio re gusto realmente”.
Y continúa: “Todo el mundo quería que toquemos y no podíamos, pero a la vez se hicieron otras cosas. Se compuso ‘No se que decirte’ y ‘No me digas que no te vas a quedar’, que fue una colaboración con Leito. Con esos tres temas venimos arrastrando estos dos años hasta ahora que lanzamos ‘Deslizándome’”.
Los desafíos
Llegó el momento en donde el grupo tenía que subir de nivel y quisieron hacer un remake de las canciones del proyecto de Mati, pero las cosas no salieron tan bien. Sol se dio cuenta de que su técnica era buena para tocar en vivo, pero no lo suficiente para grabar en estudio.
“Fue medio bajón y me chocó porque, Dios mio, la música…Lo único que te gusta y que no te salga otra vez. Entonces empecé a estudiar bajo”. Sol admite que estuvo a punto de echarse para atrás, que se sintió muy frustrada al no poder grabar en el estudio, pero que al final se puso una meta.
Durante varios meses mantuvo una rutina estricta de práctica. “Empezaba a las siete u ocho de la mañana, paraba al medio día para comer y luego continuaba hasta la noche”, confiesa. Pasaron siete meses hasta que Sol volvió al estudio y los resultados estuvieron a la vista. Se sintió aliviada, había mejorado. Ahora admite que no está en el lugar que quiere, pero sí a mitad de camino.
“Nuestra condición nos obliga a darle algo de buena calidad a la gente y nos tenemos que posicionar. Si querés conquistar un sueño tenés que hacer lo que sea para conseguirlo y demostrar tu profesionalismo para que también te respeten. No podes pedir que te paguen si tocas mal”, explica.
Y agrega: “Nosotros empezamos a tocar lo que podíamos y como podíamos. Con videos de YouTube, que suene lo que suene y hacerlo con el corazón, pero llegamos al punto de chocar con lo profesional. Entonces si para ser profesional hay que hacer esto y lo otro, lo hacemos. La disciplina es algo que forma parte de la vida y sin desarrollarla no podes llegar a nada”.
Sol remarcó que se siente bien siendo la única mujer dentro del grupo. Sus compañeros la respetan y le dan su propio espacio. Cuando se trata de dar opiniones, todas son críticas constructivas y las decisiones importantes la toman en conjunto.
“Da gusto ser la única, me respetan pero no me tratan como una integrante débil. Si me tienen que decir algo me dicen con honestidad, no endulzando por cuidar mis sentimientos o miedo a que llore. No hay diferencias en la banda en ese sentido. Mi instrumento tiene un montón de importancia, entonces también me gané el respeto de mis compañeros y el de la gente por todo lo que hago”.
Foto: stephen.kei
Asunciónico 2022
Los Ollies arrancaron las giras por los bares a medida que pasaron los meses y las restricciones por la pandemia fueron bajando, al mismo tiempo que se fueron haciendo cada vez más conocidos. Sol comenta que luego de dar un show en Sacramento, les anunciaron que iban a estar en el Asunciónico 2022, pero ellos no lo creyeron y decidieron no ilusionarse.
“Un día antes nos dijeron ‘van a estar en el Asunciónico, vayan mañana al lanzamiento’. Mati avisó al grupo y nos fuimos sin preguntar nada. Fuimos la primera banda en salir en el video del lanzamiento. Cuando sonó nuestra canción y pasaron las imágenes en la pantalla nosotros nos miramos y lo primero que dijimos fue ‘¡aijue!’”, recuerda.
Cuando llegó el gran día todo se predispuso para que Los Ollies subieran al escenario y dieran un gran show. La gente bailó, coreó sus canciones y la lluvia no cayó hasta el final de sus temas. Y muchos se preguntaron por qué Sol no miraba al público, es que sin darse cuenta, ella se encerró en una burbuja y disfrutó el momento. No le ganaron los nervios, ella lo describe de otra manera.
Con la mirada hacia abajo, el collar que llevaba colgado entre los dedos y la voz quebradiza, explica que fue mucho más que una experiencia, fue la culminación de una etapa compleja. “Todo este tema del estudio, el chocar así con la realidad, sobreexigirse y superarte a vos misma, trabajé mucho en eso. Fue un desgaste mental porque no me sentía capaz de hacer algo que creía que era capaz de hacer”, expresa.
También contó que nunca antes había experimentado la sensación de ansiedad hasta que decidió salir de su zona de confort. Sol hace hincapié en que ella no era bajista, que solo tocaba algunos temas y que convertirse en bajista en pocos meses, subir a ese escenario y todo lo que implicó el proceso fue como ella misma expresa: “cruzar una barrera”. No le dio la espalda al público, simplemente no se dio cuenta porque estaba valorando todo el esfuerzo que le tomó llegar hasta ahí.
Proyectos personales
Sol está en una etapa donde la música es su prioridad, tiene el apoyo de su familia y amigos cercanos. Explica que no le tiene miedo a los desafíos y mediante la disciplina y el trabajo duro pretende hacerse conocer como “una buena bajista”.
Considera que cada decisión que está tomando en la actualidad la acerca al futuro que anhela y agrega: “Cuando crees que está todo hecho, siempre hay algo que mejorar. El conformismo no existe, y si hay algo que se acerca a la perfección, nos vamos detrás de eso”.
Sol se despide reflexionando: “Me gusta muchísimo componer, hago temas, canto, siempre con la guitarra. Tengo mi home studio, tengo la interfaz, teclado y suelo hacer canciones. Estoy trabajando en eso. Tengo que lanzarme más en ese aspecto y ya habrá tiempo, pero me gusta mucho componer. Mi idea es hacer algo solista más adelante, pero por ahora mi objetivo es ser una buena bajista porque ese instrumento se convirtió en una parte de mí”.
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