La lavanda es una planta conocida por su color pintoresco y su perfume tan particular. Muchas lo eligen para aromatizar su hogar y por sus bondades relajantes, pero lo cierto es que su aceite esencial posee diversas bondades para el cuerpo.
Es un aliado por excelencia porque combate el insomnio y el estrés debido a sus altas propiedades relajantes. El aceite esencial de esta planta tiene propiedades antibacterianas y antimicóticas, que ayudan a regenerar la piel de cicatrices y quemaduras, alivia la picadura de insectos, dermatitis, caspa y hongos.
Se destaca por tener activos antiespasmódicos y antiinflamatorios, que combaten el acné y potencian el efecto de otros aceites esenciales. Entre los compuestos de la lavanda resaltan los taninos que contribuyen con su capacidad astringente y antiinflamatoria. También cuenta con flavonoides antioxidantes, ácidos rosmanírico y ursólico, que brindan un poder antimicrobiano y alcoholes terpénicos.
Algunos aceites esenciales deben ser diluidos para usarse de manera tópica, esto no es necesario con el óleo de lavanda ya que se puede aplicar directamente sobre la piel, eso si, es conveniente hacer una prueba para verificar no tener alergia.
Para eso, se debe aplicar unas gotas sobre la mano y esperar unos minutos. Si no te genera ninguna reacción adversa podes usarlo con normalidad, o en todo caso, consultá con un especialista antes de iniciar cualquier tratamiento.
Efectos sobre la piel
Gracias a sus efectos antiinflamatorios y antisépticos es un excelente aliado para tratar el acné. Unas gotas de aceite esencial sobre la dermis combate las bacterias que causan la formación de granitos, disminuye la inflamación, y no obstruye los poros. También es un buen ingrediente para complementar mascarillas exfoliantes e hidratantes.
Como posee activos antioxidantes, actúa como revitalizador de la dermis, favorece la regeneración celular y mantiene la firmeza de los tejidos. Podes aplicar de forma tópica para atenuar arrugas o mezclarla con tu crema de preferencia para aprovechar estas bondades.
Sus activos regeneran y alivian la piel de picaduras de insectos, heridas leves y quemaduras. Unas gotas de aceite de lavanda sobre la zona afectada ayudará a desinflamar, aliviar la picazón, cicatrizar y atenuar las posibles marcas que puedan quedar en la dermis.
Otras bondades
Si estás con mucho dolor de cabeza, masajearte las sienes con unas gotas de lavanda te ayudará a aliviar los síntomas y a relajarte. También está indicado para las contracturas y los dolores musculares.
Realizar baños de vapor con unas gotas de aceite esencial de lavanda favorece la descongestión de las vías respiratorias, y la eliminación de flemas, de todos modos, antes de emplear este método es mejor consultar con un médico previamente.
Si no lográs conciliar el sueño con facilidad, podes mezclar en un pulverizador unas gotas de aceite de lavanda en agua y aplicar sobre tu almohada antes de acostarte a dormir. Su aroma te ayudará a relajarte y descansar, la intensidad del perfume dependerá de cuantas gotas emplees, esto ya es a elección personal.
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