Estilo de vidaYa sea que esté presente durante todo el año o en ciertas temporadas, existen algunas formas de eliminar los alérgenos u otras sustancias que disparan las reacciones alérgicas.
La limpieza semanal o regular del hogar es una forma importante de control de alergias. Incluso el acto de limpiar, especialmente si no se ha hecho durante bastante tiempo, puede desencadenar síntomas de alergias a medida que se agita el polvo y otros alérgenos.
Si descuidaste la limpieza durante varias semanas, debes utilizar una máscara protectora para evitar inhalar todo el polvo del hogar, también usa las herramientas y los productos de limpieza adecuados para atrapar los alérgenos y evitar la exposición a productos químicos que puedan causar reacciones alérgicas.
Controlar la temperatura y humedad interior. A los ácaros del polvo y las esporas de moho les gusta el calor y la humedad. Si mantiene una temperatura entre 20 a 22 ˚C y un nivel de humedad de no más del 50 por ciento, puede reducir su crecimiento.
Cambiar o limpiar los filtros mensualmente. Utilice filtros de partículas pequeñas en los sistemas de calefacción, refrigeración centrales y en los acondicionadores de aire de las habitaciones.
Eliminar las plagas. Usar trampas o un exterminador profesional y sellar cualquier grieta que pueda permitir a las plagas y ratones entrar a la casa. Además, debe retirar el desorden y los colectores de polvo de los espacios habitables.
Mantener a las mascotas fuera de la casa. Bañar a las mascotas al menos semanalmente y lavar su ropa de cama semanalmente, en lo posible no permitir que se desplacen dentro del hogar.
¿Cómo limpiar cada espacio del hogar?
- Dormitorio: como pasamos tantas horas en nuestras habitaciones rodeados de muchas superficies suaves que atrapan el polvo, es esencial limpiar todo semanalmente. Se recomienda comenzar por la cama.
Las sábanas, fundas de almohadas y frazadas deben lavarse al menos una vez a la semana con agua caliente. Si tiene alergias, nunca extiendas las ropas de cama al aire libre para que se sequen porque los pólenes del exterior pueden ingresar a los tejidos de las sábanas.
Es mejor optar por colchas o edredones lavables, también se recomienda cubrir las almohadas, los colchones y los somieres con fundas a prueba de ácaros. Las almohadas deben limpiarse regularmente.
Limpie el dormitorio semanalmente, comenzando por arriba y trabajando hacia abajo. Saque el polvo de los ventiladores de techo y de las lámparas. Desempolve las persianas y/o lave las cortinas. Saque el polvo de cualquier mueble y, con las herramientas manuales, aspire los muebles tapizados.
Finalmente, aspira el piso incluyendo los espacios debajo de la cama y los muebles. Para reducir al mínimo los alérgenos, retire las alfombras de pared a pared y use pisos de madera o de baldosas sólidas y alfombras lavables en el dormitorio.
- Baño: los alérgenos más peligrosos en los baños son el moho y los hongos. Puedes detener y eliminar el crecimiento de moho con cloro, peróxido de hidrógeno o un limpiador comercial de moho. Siempre lea atentamente las instrucciones y nunca mezcle diferentes productos químicos.
Para eliminar la acumulación de moho, añada una solución de tres partes de agua con una parte de lejía. Usando guantes de goma y ventilando bien el área, utilice un cepillo rígido para fregar las áreas afectadas.
En cuanto a las esquinas estrechas, sature las toallas de papel con la solución de lejía/agua y aplique las toallas al molde. Permita que permanezcan en su lugar durante diez a 15 minutos y luego frote y enjuague.
El crecimiento adicional de moho puede detenerse si instala y usa un extractor de aire cuando se bañe. Después de cada uso, seque con una toalla la bañera o la cabina de ducha. Revise la bañera, el cabezal de la ducha, el lavadero y los accesorios del inodoro con frecuencia para detectar fugas y repárelos de inmediato.
Extienda siempre las toallas para que se sequen entre usos. Lave las alfombras, los tapetes de baño y las cortinas de la ducha con frecuencia para inhibir el crecimiento de moho.
- Cocina: como es un lugar privilegiado para el crecimiento de moho y excrementos de insectos, utilice un extractor ventilado para reducir la humedad. Revise periódicamente el fregadero, el refrigerador y el congelador en busca de fugas y repárelos con urgencia.
Semanalmente, limpie el refrigerador y deseche los alimentos mohosos o vencidos. Limpie los sellos de las puertas, las bandejas de goteo y seque los derrames y el exceso de humedad. Trapea los pisos y lava las alfombras.
Además, limpie las encimeras y el fregadero diariamente. Los platos deben lavarse a mano después de cada comida o colocarse en un lavavajillas. Todos los alimentos deben almacenarse en recipientes tapados y la basura debe vaciarse con frecuencia para evitar los excrementos de roedores y cucarachas.
Al menos cuatro veces al año, vacíe y limpie los gabinetes y cajones para eliminar las migajas.
- Sala: al igual que en un dormitorio, comience a limpiar en la parte superior de la habitación para que el polvo y los alérgenos bajen y sean capturados por un trapeador húmedo o una aspiradora.
Saque el polvo de los ventiladores de techo y de las lámparas. Luego, quite el polvo de las persianas y lave o aspire las cortinas con las herramientas manuales. No olvide limpiar los marcos y mantos de las ventanas o cualquier superficie horizontal.
Limpie los muebles de madera para eliminar el polvo y aspire la tapicería. Finalmente, aspire la alfombra o pase un trapeador húmedo, no olvide lavar las alfombras. Las áreas de estar deben limpiarse por lo menos una vez a la semana y es mejor aspirar las alfombras cada dos días.
Si tiene plantas, cubra la tierra con piedras decorativas o canicas para ayudar a contener el moho natural que puede crecer en la tierra húmeda. Las plantas artificiales deben desempolvarse semanalmente y darse una ducha periódicamente para eliminar el polvo.
En lugar de usar ambientadores químicos, considere hervir a fuego lento cáscaras de cítricos o especias como canela y nuez moscada para refrescar el aire.
