Moda y bellezaSe lo considera uno de los mejores complementos en el make up, ya que su misión es la de preparar la piel para mejorar la apariencia facial.
La prebase es una fórmula que se utiliza justo antes de la base para crear una capa más hidratada e uniforme, con los poros minimizados y las líneas de expresión difuminadas. Gracias a su efecto, el rostro luce más luminoso, se protege de las radiaciones del sol, controla el exceso de brillos y neutraliza las coloraciones de la tez.
Se trata de un primer de maquillaje en forma de un producto de textura en crema que sirve para aportar al rostro un aspecto más lineal. El trabajo de la prebase es preparar la piel para la aplicación de otros cosméticos, aunque también puede utilizarse como un acabado final, sin necesidad del make up posterior.
Al aplicarla el rostro tiene una apariencia más lisa y aterciopelada, incluso logra disimular las imperfecciones, como rojeces o pequeñas arruguitas, ya que se encarga de rellenar estos surcos ofreciendo un aspecto más equilibrado. También unifica el tono, define el maquillaje y prolonga su duración.
Y es que al crear una base más uniforme ayuda a que el maquillaje se aplique mejor y resista a más horas. Por todas estas razones, es un elemento imprescindible en el make up que debe aplicarse como un paso intermedio después del hidratante habitual y antes de la base de maquillaje, o bien, puede ir solo a fin de lograr un filtro al natural.
Así se utiliza la prebase
Este producto debe aplicarse sobre el rostro seco para que cumpla su función perfeccionadora. Esto quiere decir que una vez que nos apliquemos el hidratante o serum habitual debemos esperar unos minutos para que la piel los absorbe por completo y luego ponemos la prebase elegida.
Lo recomendable es aplicarla poco a poco con la cantidad corrigiendo y aplicando un poco más en las zonas que necesites. Los expertos aconsejan empezar desde el centro del rostro e ir extendiéndola suavemente hacia fuera con movimientos circulares suaves a través de las yemas de los dedos o con ayuda de una brocha o esponja de silicona.
Debemos asegurarnos de extenderla bien para que el rostro tenga una apariencia uniforme, por eso presta especial atención a las zonas que necesites hasta conseguir ese aspecto homogéneo.
