La motivación interior va más allá del éxito personal. Aunque estar motivados es lo que nos impulsa a avanzar, también aporta beneficios en nuestra salud mental y nos hace personas más conscientes, perseverantes y seguras.
La automotivación es darse a uno mismo las razones y el entusiasmo para realizar una acción o un determinado comportamiento. Con esta habilidad se adquiere una fuerza interna que funciona como un motor que nos impulsa a dirigir y orientar nuestro progreso, además implica saber regular las emociones negativas en situaciones complicadas.
Al estar motivados mejora la salud mental, nos sentimos con energía y con muchas ganas de alcanzar nuestras metas. De hecho, la automotivación podría ser la clave para sentirse mejor tanto en la vida personal como en la profesional, sin embargo, cuando esta falta, sufrimos una pérdida de interés que hasta podemos desarrollar la anhedonia, uno de los signos más comunes de la depresión.
Practicar la automotivación es esencial para ser personas más conscientes, perseverantes y seguras. Esto también influye en nuestra autoestima y nos ayuda a conocernos mejor, porque tener una red de apoyo puede ser útil, pero no puedes depender de que otros te empujen a avanzar toda la vida.
Y si bien la automotivación no es una habilidad con la que se nace, se puede poner en práctica siguiendo algunas recomendaciones basadas en la ciencia que nos impulsan a tomar el control de nuestras acciones y comportamientos. Aquí 5 consejos que pueden ayudar a motivarte.
1. Hacé que tu búsqueda de objetivos sea más social. Investigaciones demostraron que el factor principal que más contribuye en el compromiso es el impulso para vincularse. La ciencia confirma que podemos facilitar la motivación si encontramos formas de socializar mientras perseguimos nuestros objetivos. Entonces, si hay una actividad que te cuesta hacer, intenta que te una a otras personas de tu entorno.
2. Encuentra algo en lo que seas bueno. Sentirnos útiles puede llevarnos a estar más comprometidos. Y es que si somos buenos en algo, probablemente sea menos frustrante y lo disfrutemos más. De acuerdo a las evidencias científicas, nos mantenemos más comprometidos y motivados cuando la dificultad de una tarea está en el punto óptimo entre ser demasiado difícil, lo que puede hacernos sentir mal con nosotros mismos, y demasiado fácil, lo que puede ser aburrido.
3. Aprovecha tu impulso para adquirir o defender. La ciencia sugiere que dos impulsos más pueden motivarnos: el impulso de adquirir cosas que aumentan nuestro bienestar, por ejemplo, la comida, dinero, experiencias y entretenimiento, y el impulso de defendernos como nuestra propiedad, logros y creencias. Por lo tanto, puede ser útil recordarnos estos impulsos y cómo nuestras acciones pueden ayudarnos a cumplirlos.
4. Desarrolla hábitos. Una vez que adquirimos el hábito de hacer algo, se vuelve mucho más fácil seguir haciéndolo. Eso significa que aprender a desarrollar hábitos puede ser una habilidad realmente útil para motivarse más. Para crear hábitos, BJ Fogg autor de Tiny Habits, recomienda comenzar con un hábito diminuto y minúsculo, y desarrollarlo a partir de ahí. Por ejemplo, si deseas adquirir el hábito de caminar todos los días, comience dando un paso fuera de tu puerta, luego unos pocos pasos y siga agregando un poco a la vez.
5. Establecer intenciones de implementación. Son como un plan de respaldo que consiste en establecer estrategias con anticipación en caso de que el plan A no funcione. Para crear una intención de implementación, simplemente establece la intención de que si sucede equis cosa,entonces harás.Por ejemplo, si necesitas ir al dentista, entonces harás tu trabajo más tarde esa noche.
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