La salsa de piña es un condimento de inspiración mexicana que equilibra la dulzura de esta fruta con otros ingredientes para resaltar el sabor de las comidas. Aquí el paso a paso de esta receta.
La piña es una fruta tropical que se caracteriza por su sabor dulce y múltiples beneficios para la salud, pero más allá de sus propiedades potenciadoras, también brinda la posibilidad de realzar el sabor de algunos platos gastronómicos al complementarse con otros ingredientes.
Para hacer una salsa deliciosa, debes asar los trozos de la piña a la parrilla antes de cortarlos en cubitos. De esta forma, la salsa destacará un atractivo sabor carbonizado que profundiza la caramelización de sus azúcares naturales y como la mezcla de sabores será tan intensa, difícilmente podrás resistirte a probarla.
Vas a necesitar: 200 gr de piña en su jugo, 1 cebolla, 4 cucharadas de azúcar, 1 cucharada de vinagre, 1 cucharada de harina, aceite de oliva y sal.
¿Cómo preparar la salsa de piña?
- Pela y corta la cebolla en trozos muy pequeños. La puedes rallar para conseguir que todos tengan el mismo tamaño. En una sartén con un poco de aceite cocina la cebolla.
- Mientras se dora la cebolla le llegará el turno a la piña. Corta las rodajas en trozos muy pequeños para que se unan perfectamente a la cebolla. Irá directamente a complementarla. Remueve bien para que los dos ingredientes se mezclen.
- Agrega vinagre para dar un toque acido muy especial y el azúcar para caramelizar un poco los ingredientes, luego añade la sal. Mezcla todo muy bien y deja que se integren por completo.
- Añade la harina para espesar la salsa, mezcla con los ingredientes hasta conseguir que tenga la textura necesaria. Deja que se cocine por unos 25 minutos. La harina ganará cuerpo y el resto de los ingredientes se caramelizarán un poco.
- El paso final es pasar la mezcla a un procesador de alimentos para obtener una salsa suave. ¡Y a disfrutarla!
Ideas para aprovechar al máximo de la salsa de piña
Con tacos o quesadillas. Es una excelente opción para servir con tacos y quesadillas gracias a su sabor dulzón que se sabe integrar al picante de estos menús.
Sobre pescado, carne vacuna o pollo. Una cucharada de salsa de piña transforma un filete de carne vacuna, pescado o pollo preparado de forma sencilla en una comida elegante.
Con papas fritas y guacamole. Al combinarlos, la salsa de piña ayuda a convertirlo en un aperitivo fácil. La salsa de piña fresca también es excelente cuando se sirve rociada sobre nachos cubiertos con frijoles negros, pimientos rojos en rodajas y queso.
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