El mercado nos ofrece productos de belleza para todo: cuidado de la piel, higiene, makeup, pero qué pasa si muchos de estos artículos están compuestos de ciertos ingredientes que al final del día pueden no ser los mejores para nuestro cabello o piel.
Ante esta situación y otras corrientes de pensamientos contemporáneas, la industria de la belleza se adaptó y renovó ofreciendo cosméticos sin empaques, cruelty free, veganos, con políticas reciclables y “clean beauty”, que en su traducción se define como “productos limpios” ¿pero de qué se trata?
Ir por el “clean beauty” implica ser selectiva en cuanto a productos de belleza se trata. Es elegir artículos libres de parabenos, ftalatos, sulfatos, sales de aluminio, colorantes o fragancias. Para muchas es como un estilo de vida que promueve la conciencia de todo lo que se adquiere.
La intención no es solo nuestro cuidado personal, sino tener conciencia del impacto ambiental que tiene su ciclo de vida, sus ingredientes y cómo se consiguen, su elaboración, producción, distribución, uso y destino final.
Por otro lado, esta “categorización” viene generando muchos debates ya que no existe una definición avalada de “clean” ni estándares que lo regulen, cada persona lo interpreta a su manera. Ahí encontramos a Goop, firma creada por la actriz Gwyneth Paltrow, y pionera en adaptar esta filosofía.
”Las compañías de cosméticos no están obligadas a revelar ingredientes que se consideran secretos comerciales. Eso significa que cualquier producto puede contener ingredientes tóxicos, siempre y cuando se consideren parte de la fórmula de la fragancia (que también incluye color y elementos experimentales)”, explica Paltrow sobre los riesgos que se corren en elegir cosméticos que contengan químicos.
Y agrega: “Los productos químicos que tienen la capacidad de imitar las hormonas del cuerpo, se clasifican como disruptores endocrinos. Estos se meten con el metabolismo, el estado de ánimo y los procesos reproductivos, por lo que se han relacionado con daños graves a largo plazo, incluidos problemas reproductivos, defectos de nacimiento, problemas metabólicos y cáncer”.
“Hoy en día, los ingredientes que son cancerígenos conocidos, a menudo se colocan en productos de cuidado personal y es completamente legal hacerlo. Un cancerígeno principal a tener en cuenta es el formaldehído, que se usa como conservante en productos de maquillaje, cabello, cuerpo y cuidado de la piel”, detalla desde su marca Goop.
Como nombrábamos antes, no existen entes reguladores para esta corriente, por eso, para adentrarnos en la cosmética “clean” lo mejor es leer las etiquetas de todo lo que decidamos comprar, informarnos y ser más consientes en el consumo eficiente, sustentable y saludable para nosotras y el medio ambiente.
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