El estrés es como ese monstruo escondido en el armario que nos imaginábamos cuando éramos chicas, salvo que esta emoción es real y nos puede generar muchos problemas si no sabemos gestionarla.
Es difícil tener dominio de todo lo que nos pasa, especialmente cuando son factores externos lo que lo desencadenan. Si bien puede sonar desalentador, hay otra cara de la moneda, así como el cuerpo se entrena, también la mente.
Hay muchas prácticas que podemos realizar para aliviarnos y liberarnos de la negatividad que nos aflige, por eso, te contamos de ciertos hábitos que podes implementar en esos días que todo parece estar mal.
Respirá
Sí, algo tan básico que parece un chiste. Cuando estamos bajo una situación estresante todo nuestro cuerpo se contrae, empezamos a respirar rápido y de manera superficial, lo que genera que el organismo libere más cortisol y nuestro estado empeore. Por eso, tomate una pausa, si podes salir al aire libre mejor y realiza tantas respiraciones profundas como necesites. Esto va a oxigenar el cerebro y hasta te ayudará a pensar con mayor claridad y tranquilidad.
Meditá
Incluir la meditación y el yoga, aunque sea unos pocos minutos al día, te brindará la capacidad de encontrar la causa de la ansiedad y así poder resolver esta emoción. En el caso de la meditación te desconectará de la “montaña” de pensamientos, muchas veces la causa de nuestro nervio está más relacionado a lo que imaginamos que pasará, más que con lo que está sucediendo realmente. En cuanto al yoga, el ejercicio en sí te ayudará a liberar el cuerpo de tensiones, las posiciones acompañadas de respiraciones conectarán la mente con tu cuerpo. Además, mejorarás tu equilibrio y el resultado será paz mental.
Crea con tus manos
Nuestras manos nos conectan con el mundo, son nuestras herramientas para todo y a través de ellas podemos soltar toda la energía contenida en nuestro cuerpo. Una manera de auto persuadirnos del estrés y enfocar nuestra atención en otras cosas que no sean los problemas es dibujando, tejiendo, esculpiendo, cocinando, realizando manualidades, cuando más creativo y colorido sea todo, mejor. Algo tan simple como pintarnos las uñas nos puede ayudar mucho a sentirnos mejor.
Conectate con la naturaleza
El estrés es un llamado de atención de nuestro cuerpo, más allá de cual sea la causa, es una alarma que nos dice que necesitamos una pausa para reconectarnos con nuestro eje. Hacer actividades al aire libre, sin tecnologías puede equilibrar nuestros pensamientos. Caminar descalza en la tierra nos ayudará a descargarnos y sentirnos aliviadas.
Tomá infusiones
La tierra nos regala muchos remedios naturales que podemos aprovechar diariamente. Beber té de valeriana, tilo, té verde, manzanilla, romero, y todas mezcladas con miel, aliviará nuestro cuerpo de tensiones, regulará nuestro ritmo cardiaco, nos ayudará a dormir, controlará nuestra tensión arterial, así como mejorará dolores de cabeza, en el caso que lo tengamos.
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