Se trata de una práctica fundamentada en la meditación tradicional, pero que se realiza en poco tiempo. Puede durar entre 2 a 10 minutos, sin necesidad de realizar grandes cambios en tu rutina.
A lo largo del día podemos llegar a frustrarnos o estresarnos con las exigencias laborales o bien con situaciones que aparezcan en el día y nos generen tensión. Todo esto termina impactando en nuestro estado de ánimo, al punto de que nuestro rendimiento y productividad también se vean afectados.
Con la micromeditación podemos evitar esa sobrecarga y volver a sentirnos en equilibrio. Como mencionamos anteriormente, su duración se da entre dos a diez minutos, y estos son los ejercicios para practicarla.
1.Escaneo corporal: Si estas en tu escritorio trabajando, basta con que te acomodes bien en tu silla, cierres los ojos y hagas tres respiraciones profundas. Primero vas a hacer las respiraciones mientras te concentras en las sensaciones que sientas en tus pies, luego volver a realizar las tres respiraciones y subir hasta el tobillo, lo mismo en los gemelos, las rodillas y así continuar hasta llegar a la coronilla, la parte superior de la cabeza. Esto te servirá para conectar con la base del cuerpo y relajarte, lo mejor de todo es que te tomará tan solo tres minutos.
2.Respiración consciente: Las respiraciones profundas son muy beneficiosas para el cuerpo en general, además de ayudar a oxigenar el cerebro. Para realizarlo, tenés que sentarte de manera cómoda, cerrar los ojos y realizar respiraciones profundas y lentas. Lo importante al realizar estas inhalaciones y exhalaciones es que llevemos toda la atención a como sale y entra el aire en nuestro cuerpo. Mientras, podemos imaginar que el aire que entra nos llena de paz y tranquilidad, y que cuando sale se lleva toda la tensión. Lo ideal es hacerlo entre 10 a 30 veces.
3.Mantra: Al igual que los métodos anteriores, consiste en sentarse, cerrar los ojos y realizar respiraciones pausadas y profundas. Se diferencia a los demás en que, a medida que nos vamos relajando, repetimos un mantra personal, por ejemplo: “Yo puedo”, “Estoy bien”, “Soy capaz”.
Introducir la micromeditación a lo cotidiano brindará muchos beneficios, lo ideal es empezar a realizarlas varias veces al día entre 1 a 3 minutos y ser constantes. También los expertos recomiendan hacer algunos estiramientos antes de meditar para eliminar el exceso de energía física, y cuando nos sentemos, lo hagamos con la espalda recta para que todo fluya mejor.
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