Una historia atrapante para empezar y terminar en una sola tarde. Seis capítulos que nos llevan a través de saltos temporales mientras vamos conociendo a dos amigas y todo se va convirtiendo en una pesadilla.
Por: Luis Ríos
Chloe es un thriller psicológico que sigue a Becky Green (Erin Doherty), quien está obsesionada con acechar a su amiga de la infancia Chloe Fairbourne (Poppy Gilbert), quien tiene una presencia perfectamente curada en las redes sociales.
VOS accedió a un screener exclusivo de los seis episodios de esta miniserie británica creada por Alice Seabright para BBC One y Amazon Studios, que se estrenó en el Reino Unido el 6 de febrero y llegó a todo el mundo el 24 de junio por Amazon Prime Video.
Esta apuesta se ampara en el thriller para explorar el impacto de las redes sociales en la vida actual, sobre todo en la creación de expectativas, aspiraciones y esa esquiva sensación de triunfo que puede proyectar el tentador circuito virtual. Su narrativa nos va mostrando que no hay buenos ni malos, sino que todos son ángeles y demonios en partes iguales.
A través de una figura de lujo que está presente todo el tiempo de manera omnisciente, podemos conocer la encantadora vida de Chloe: su esposo adorador y su círculo de amigos exitosos que están siempre a solo un clic de distancia. Becky no puede resistirse a mirar dentro de un mundo que contrasta marcadamente con el suyo, mientras cuida a su madre, que tiene un inicio temprano de demencia.
Foto: Prime Video
La vida de Chloé, enmarcada en posteos narcisistas y declaraciones de merecida felicidad, se derrumba de un día para el otro. Cuando Chloe muere repentinamente, Becky asume una nueva identidad y se infiltra en las envidiables vidas de los amigos más cercanos de Chloe para averiguar qué le sucedió.
A través de su alter ego Sasha, Becky se convierte en una heroína poderosa y transgresora. Una versión popular y bien conectada con una vida y amores que son mucho más emocionantes y adictivos que “la invisbible” Becky. Pero al mismo tiempo, parece un monstruo buscando venganza y su motivación se va develando por pedazos mientras avanza la serie.
La simulación pronto oscurece y confunde la realidad, para descubrir que la vida real de Chloe no había sido tan perfecta como se mostraba en línea. Aquí aparece por el costado el crecimiento del que aparentemente es el responsable de los quebrantos de Chloe y a quien Becky (o Sasha) señala como el verdadero culpable de la muerte de su amiga de infancia.
A medida que Becky se adentra más en su estafa y en el círculo íntimo de Chloe, corre el riesgo de perderse por completo en el juego que está jugando y el constante temor de ser descubierta.
Foto: Prime Video
Sin dudas es inevitable reflexionar sobre la construcción de una vida ‘para la exportación’. Es decir, lo que se muestra en redes sociales y la vida real. Dejándonos con un final abierto que nos despierta las ganas de mucho más.
En distintos momentos parece ser una sátira de la vida real, aunque manchada con sangre. Personas que nos publicitan una vida de satisfacciones en donde cada posteo viene cargado de más logros y felicidad que el anterior. Pero que, escarbando más allá del Instagram, encontramos que hay mucho más debajo de la superficie.
Además, es una invitación a evaluar si es momento de soltar el teléfono móvil y observar lo que está pasando a nuestro alrededor. De evaluar incluso lo que consideramos bueno o malo para nuestra vida y de entender que existen escalas de grises ¿Es momento de un detox digital? Cada uno lo evaluará.


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