Solo necesita de su guitarra y su voz para tocar las fibras más profundas. ¿Una gran puesta en escena? No hizo falta. Así fue cómo se vivió este íntimo show el miércoles 7 de septiembre.
Por: Luis Ríos
La ex Salvapantallas intentó venir a Paraguay un par de veces, pero capaz al destino le parecía que aún no era el momento correcto. “Zoe no se siente bien”, avisaron un par de horas antes del show previo al Reciclarte, y había dudas sobre lo que podría pasar con este tercer intento. El “Ganas Tour” y su Diario de Gira ya estaban en Asunción y finalmente pudo suceder lo anhelado.
Un poco después de las 11 y con un venue que se arrinconó ante el escenario, Zoe salía del costado vestida de blanco cantando “Un bossa +”. En una simple caminata, público y artista quedaron compenetrados y la atmosfera se construyó sola. Aunque suene cliché, podemos decir que Zoe Gotusso nos sacó de la rutina para llevarnos a descansar a su monoambiente.
Toda el ambiente estaba construido sobre la fuerza de sus letras, suaves y tiernas en su voz, pero con una fuerza para reflexionar sobre problemáticas de hoy como: lo difícil de soltar relaciones, la casa materna o simplemente salir de la zona de confort para lograr objetivos. Esa pesadez que sienten los que dejan la adolescencia sin darse cuenta y amenacen un día siendo adultos.
Al principio se la sintió examinando el terreno. Una primera vez ante un público desconocido siempre es un desafío. “Esta es primera vez acá, en realidad hay muchas primeras veces para mí hoy y tiene que ser especial porque solo hay una primera vez”, dijo Zoe y el público la ayudó.
Para la cuarta canción, se le veía una mezcla de sorpresa, satisfacción y alivio luego de ver cómo se coreaban sus canciones. “Me dolía la panza y la cabeza, pero ahora que estoy acá tocando con ustedes ya se me pasó”, contaba la artista muy emocionada por lo que veía frente a ella. Y se entregó de lleno a ese grupo.
Recorrió todo el tracklist de su primer disco solista “Mi Primer Dia Triste”, un disco que ya tiene dos años y del que, según ella misma, ya se está despidiendo. Para eso, nos regaló un adelanto de su próximo material de larga duración. Una canción con más toques de blues y jazz que ya ha lanzado.
La magia de esas canciones que suenan lindas, que encierran tantas cosas y que parecen disfrazadas de silly songs envolvió y conquistó. Y apenas habían pasado 20 minutos de show. Los siguientes cuarenta minutos fueron de puro sentimiento, dibujando sobre esa atmosfera sólida y conectada que había fortalecido.
También pudo rendirle tributo a una persona que influyó bastante en su carrera: el músico, cantante, compositor, actor y médico uruguayo, Jorge Drexler. Lo hizo con un tema de él y sumó otro de Los Auténticos Decadentes en su estilo, con la guitarra y el sentimiento.
Zoe pasó por mucho para llegar a un premio Gardel y construir una carrera en ascenso. Dejó ir muchas cosas. Salió de su zona segura. Se independizó. Y así como le trajo dificultades, también satisfacciones, y por sobre todo, le dejó enseñanzas. Todo eso lo transmite a través de sus canciones y todo eso quedó plasmado en la noche del miércoles en Asunción.
El final vino con “Ganas”, solo para recordarnos que al final solo necesitamos mirar pelis en la cama con alguien para sentirnos mejor y volver a encarar la vida. El show terminó. Ya era jueves y había que volver rápido porque faltaban pocas horas para volver a la rutina.
Por un momento y gracias a su música, Zoe nos dio una caricia y una palmada para poder seguir. Así como ella misma lo hizo a pesar de su malestar físico. De hecho, le tocó ser parte de la primera fecha del Reciclarte este sábado. En otro plano, más grande y con otra tonalidad. A pesar del desafío, ella sabe cómo hacerlo para conquistar más corazones.
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