El abono es vital en el cuidado de las plantas. En ese proceso la raíz se nutre para que la especie se desarrolle en todo su potencial, por eso te contamos de tres productos naturales que vas a encontrar en tu cocina.
Siempre es recomendable hacer elecciones orgánicas porque, no sólo es sustentable y amigable con el medio ambiente, también le dan un “plus” nutricional al suelo donde se desarrollan estos seres vivos.
Si bien los fertilizantes sintéticos pueden ser una opción rápida, con el tiempo pueden causar efectos adversos como un desequilibrio en la tierra, o disminuir los microbios “buenos” que la planta necesita.
1. Harina de maíz o polenta
Este alimento está presente en la mayoría de los hogares y gracias a sus compuestos es un excelente fertilizante. “Al contener elementos como vitaminas, nitrógeno, calcio, potasio y magnesio, el primer uso es un fertilizante potente, natural y muy efectivo”, explica Planeta Jardín en su cuenta de Instagram.
¿Cómo se usa?
Puede ser la harina de maíz que usamos para hacer nuestra clásica sopa paraguaya o polenta instantánea. Basta con colocar una cucharada sopera de este alimento sobre la planta y mezclarla con el sustrato.
2. Cáscara de banana
El calcio es uno de los nutrientes más importantes que una planta necesita, además de nitrógeno, estos compuestos intervienen en el proceso de fotosíntesis y en la formación de tejido resistente. Es por esto que la cáscara de banana es muy buena para nutrir las especies.
¿Cómo usarla?
Están quienes la cortan en pedacitos y las distribuyen en la tierra o macetas. También se puede preparar infusión. La manera de preparar el té es muy sencilla, corta en trozos dos cáscaras y ponelas a hervir en 1 litro de agua por 15 minutos.
Dejá que se enfríe, vas a notar que el líquido tiene color medio “amarronado”. Lo siguiente es colar y reservar. Para usarse se mezcla 1 vaso de fertilizante y 5 vasos de agua, es decir, con un litro de infusión se podrá regar las plantas 4 veces.
3. Cáscara de huevo
Este desecho orgánico es excelente para las plantas, no sólo las nutre de minerales, sino que también las protege de algunas plagas como caracoles o gusanos cortadores. El carbonato de calcio que le aporta a las macetas ayudan a que se refuercen las paredes celulares de las distintas especies.
La manera de emplearlo es juntar las cáscaras de varios huevos y dejar que se sequen al sol. Luego hay que triturarlas con ayuda de un mortero hasta volverlas un polvillo. Si no tenes mortero podes poner las cáscaras dentro de una bolsa y pasarle una botella de vidrio a modo “rodillo”. Lo siguiente es esparcir lo triturado sobre el sustrato y listo.
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