Estilo de vidaSe trata de una terapia alternativa que consiste en la aplicación de agujas finas en determinados puntos del cuerpo para tratar distintas afecciones y, aunque no tiene base científica, se ha estado usando desde la antiguedad hasta hoy.
Su origen se remonta a la Antigua China, cerca del año 2500 a.C. Las primeras agujas que se descubrieron, y que se empleaban para este tipo de terapia, estaban hechas de piedra y la usaban la nobleza de aquella época.
Con el paso del tiempo se crearon otros métodos y se descubrió más usos de esta terapia, dándole utilidad para mejorar afecciones respiratorias, gastrointestinales, neurológicas, oculares, musculares y esqueléticos, dolores de cabeza, control de peso, entre otros.
¿Cómo funciona?
Todo está vinculado a la producción natural de hormonas. La glándula pituitaria y el hipotálamo son los responsables de liberar endorfinas y neurotransmisores, hormonas que funcionan como analgésicos. Es por esto que el proceso comienza con el estímulo de una o varias zonas específicas y así generar estos compuestos que alivian las dolencias.
Según los especialistas, la endorfina es una hormona 200 veces más potente que la propia morfina y también cumple un rol importante en el funcionamiento del sistema endócrino. De ahí surge la teoría de efectividad de esta terapia.
Por otro lado, la aplicación de agujas en distintos “puntos” también puede ayudar a mejorar la circulación de energía en el cuerpo, gracias a la estimulación del sistema nervioso que generalmente se acompaña con terapias alimentarias para que la persona se sienta con más vitalidad.
Al ser una terapia holística que no tiene base científica y muchos especialistas indican que todo se trata de un efecto placebo, pero quienes la emplean afirman que sí tiene efectividad. Cualquiera sea el caso, lo fundamental es consultar primeramente con un médico que brinde atención integral a cualquier molestia o afección, y si se quiere optar por la acupuntura, buscar a un profesional capacitado.
