El limón es una fruta cargada de vitaminas y minerales, que entre sus múltiples beneficios se destaca como: depurativo, antioxidante y de mayores propiedades curativas, además es un excelente aliado de belleza.
Gracias a su alto valor nutricional, este cítrico aporta vitaminas y minerales, elimina toxinas y posee compuestos bioactivos que resultan bastante provechosos para nuestro organismo. Y es que el limón es un fruto ácido con múltiples bondades que lo convierten en uno de los mejores aliados para la salud.
Es más, se lo considera el “alimento medicina” por sus numerosas propiedades y potencial versatilidad, ya que fortalece el sistema inmune, promueve la formación de colágeno, previene enfermedades, combate ciertos problemas de salud, ayuda a descender de peso y es bueno para el cuidado de la piel.
¿Por qué incluir al limón en tu dieta diaria?
Por sus propiedades refrescantes, antisépticas y su alto contenido en vitamina C, el limón alivia afecciones de las vías respiratorias, así como inflamación de la garganta, amígdalas y afonía. Esta es la razón por la que se recomienda hacer gárgaras con jugo de limón diluido en agua.
Contiene unas sustancias muy beneficiosas llamadas limonoides, flavonoides y piperidina, sobre las que se sigue investigando porque podrían ser un potente remedio para enfermedades de carácter crónico. El limón es rico en hesperidina que ayuda a rebajar el excesivo nivel de azúcar en la sangre y alivia los síntomas de las alergias.
Es un gran estimulante del flujo de saliva y de los jugos gástricos, cualidades que hacen más fácil la digestión. También, contribuye a combatir la dispepsia y estimula las secreciones biliares ayudando al metabolismo de las grasas. Por otra parte, interviene en la desintoxicación del hígado.
Está compuesto de tantos agentes beneficiosos que resulta un aliado indispensable para la belleza. La vitamina C de su jugo blanquea uñas y piel de las manos y también ayuda a reducir las manchas de la dermis, mientras que su contenido en vitaminas B, C y A, considerados hidróxidos, eliminan el exceso de grasa capilar.
Además posee ácido ascórbico que ayuda a combatir el acné, convirtiéndolo en un excelente exfoliante. Si se tienen los labios irritados, pasarse un limón por encima puede actuar como antiinflamatorio.
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