¿Tu mascota te demanda comida a todas horas? Si basta que alguien de la familia pase cerca de su plato para que lance miradas sugestivas y tiernas, te contamos lo que la ciencia menciona al respecto.
Mucho depende de la edad, el tamaño y el estilo de vida de tu mascota. Por ejemplo, si tiene espacio suficiente para recrearse o si vive en un departamento. Los veterinarios señalan que lo ideal es racionar los alimentos en cuatro ingestas al día para cachorros, y para canes adultos en no más de dos.
Esto es fundamental para que tu mascota se desarrolle y viva de manera saludable, ya que también influyen la calidad de los alimentos y que no les demos snacks que puedan ser nocivos para su salud.
Sin embargo, un estudio reciente realizado por Dog Aging Project y publicado en GeroScience sugiere que una sola ingesta al día puede ser beneficioso en el proceso de envejecimiento del animal.
Para esta hipótesis los especialistas estudiaron a 10.000 perros de diferentes razas y edades durante tres años, comprobando si el ayuno intermitente podía tener efectos positivos en las mascotas de compañía.
En principio los resultados fueron favorables. Los perros que fueron alimentados bajo este régimen tuvieron buenos resultados respecto a la disfunción cognitiva. Es decir, envejecieron mejor y mostraron menos problemas gastrointestinales, dentales, renales, hepáticos y de páncreas. Pero en cuanto a afecciones como cáncer, trastornos neurológicos o de circulación no hubo muchas diferencias.
“Controlando el sexo, la edad, la raza y otros posibles factores de confusión descubrimos que, a diferencia de los perros alimentados con frecuencia, los perros que comían una vez al día tenían puntuaciones más bajas en una escala de disfunción cognitiva y menores probabilidades de padecer trastornos gastrointestinales, dentales, ortopédicos, renales/urinarios y hepáticos/pancreáticos”, explicó Emily Bray, autora de la investigación de la Universidad de Arizona.
Aunque la investigación arrojó buenos resultados en esta modalidad, los especialistas mencionaron que los datos recaudados se evaluaron en base al cuidado que sus dueños le dieron y que no tuvieron mucho control sobre esto.
También que no existen muchas otras investigaciones sobre el tema. Por eso, lo ideal es seguir los parámetros establecidos por los veterinarios o consultar con un especialista que le brinde atención personalizada a tu peludito.
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